La Carpa de la 66 volvió a ser motivo de controversia en plena Feria de Cali, luego de que la Alcaldía de Cali reiterara su decisión de negar cualquier permiso para su funcionamiento, pese a los reclamos y declaraciones públicas del propietario del evento, Carlos Paz, quien ha insistido en que cuenta con las autorizaciones necesarias.

Sobre las 8:00 p.m. del día 26 de diciembre. El subsecretario de Inspección, vigilancia y control, Jorge Moreno, se movilizo hacia el lugar junto al Esmad para hacer cumplir lo determinado por las autoridades.

Desde la Secretaría de Seguridad y Justicia, la Administración Distrital fue clara en señalar que no expedirá ninguna resolución que habilite la realización de espectáculos en el predio ubicado sobre la Carrera 66.

Según explicó el Distrito, el lugar no cumple con las condiciones técnicas y de infraestructura requeridas para albergar eventos temporales que garanticen la seguridad de asistentes, trabajadores y residentes del sector.

Carpa de la 66 seguirá cerrada: Distrito ratifica que no hay permisos vigentes. | Foto: El País

La decisión se fundamenta en un concepto técnico de Planeación Distrital, el cual concluye que el espacio no cuenta con una infraestructura adecuada ni con las adaptaciones necesarias para garantizar la seguridad de los asistentes y el entorno.

Según el Distrito, estas limitaciones impiden habilitar actividades económicas temporales durante la Feria.

A esto se suman observaciones relacionadas con los derechos de autor. La Alcaldía indicó que recibió derechos de petición por parte de Sayco y Acinpro, en los que se advierte que el certificado presentado por el productor del evento no sería válido, debido a que los artistas anunciados se encuentran afiliados a estas entidades y el documento no puede ser expedido por un gestor individual.

Otro factor determinante ha sido la oposición de residentes del sector. La Administración Distrital reportó la recepción de múltiples solicitudes ciudadanas en las que vecinos expresan su inconformidad frente a una eventual reapertura del espacio, argumentando afectaciones recurrentes en materia de convivencia.

Uno de los residentes, entrevistado por este medio, aseguró que en años anteriores la operación de la carpa generó problemas de movilidad, ruido y seguridad.

Según relató, durante eventos pasados los parqueaderos improvisados colapsaron las vías cercanas, especialmente sobre la calle 13A, lo que dificultaba el ingreso y la salida de los habitantes.

La decisión se fundamenta en un concepto técnico de Planeación Distrital, el cual concluye que el espacio no cuenta con una infraestructura adecuada. | Foto: Jorge Orozco/El País

El vecino señaló que también se presentaron riñas y hurtos, lo que generó una sensación constante de inseguridad.

“Era muy complicado salir a ciertas horas, el sector se llenaba de carros y la música se escuchaba claramente en las unidades residenciales cercanas”, explicó, al recordar la experiencia cuando el lugar funcionaba bajo el nombre de Central Park de la 66.

Además, indicó que la comunidad se sorprendió cuando se anunció la reactivación del espacio, ya que actualmente parte del terreno estaría ocupado por canchas de pádel y otros usos comerciales. Según dijo, esto generó dudas entre los vecinos sobre la viabilidad real de volver a realizar eventos masivos en ese punto.

El empresario Carlos Paz, gerente del evento Mar Parche de Feria. | Foto: Jorge Orozco/El País

El residente recordó que durante años la comunidad intentó frenar la operación del lugar mediante recolección de firmas, pero aseguró que los reclamos no prosperaron hasta que, en un episodio ocurrido en una vigencia anterior, el organizador habría intentado desarrollar un evento sin los permisos correspondientes, situación que derivó en la clausura del sitio.

En medio de este panorama, el empresario Carlos Paz, gerente del evento Mar Parche de Feria, aseguró que el establecimiento sí cumplió con los requisitos exigidos por las autoridades desde hace varios meses. “Nosotros tuvimos el lleno de requisitos desde el día 8 de octubre”, afirmó.

Paz explicó que el 9 de diciembre, durante una mesa de trabajo ante la Personería Municipal, “todas y cada una de las entidades validaron el lleno de requisitos”, y sostuvo que en ese espacio el subsecretario Jorge Moreno se habría comprometido a entregar el permiso días después.

El empresario cuestionó que posteriormente se les informara sobre nuevos requisitos, los cuales según su versión no estarían contemplados en la normativa vigente. “O sorpresa, que después hablan de unos requisitos que nos faltan”, dijo, al referirse a exigencias como un concepto de uso del suelo, sobre el cual aseguró que “la ley de artes escénicas no exige eso”.

También rechazó los cuestionamientos sobre la estructura del lugar, argumentando que la carpa ha sido utilizada durante años sin inconvenientes.

Llevamos 17 años haciendo eventos en esta carpa y ahora resulta que no cumple”, agregó, asegurando que, a su juicio, las autoridades “faltan a la verdad”.

Por su parte, Mario Ospina Vélez, abogado asesor del establecimiento, indicó que ante lo que consideran una omisión de la Administración Distrital, acudieron a una figura jurídica. “Con ocasión de la negligencia y de la omisión por parte de la administración distrital, nos vimos en la imperiosa necesidad de protocolizar el silencio administrativo positivo”, explicó.

Según el jurista, este mecanismo “hace las veces de permiso” y es el documento con el que cuentan “como aval para poder desarrollar el evento programado”, advirtiendo que adelantarán las acciones legales correspondientes frente a lo que consideran actuaciones irregulares.