En medio del dolor que embarga a Cali tras el atentado terrorista del pasado 21 de agosto frente a la Base Aérea Marco Fidel Suárez, se llevó a cabo el funeral de Juan Diego Martínez Echeverry, aprendiz del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), quien lamentablemente falleció como resultado del ataque.

Juan Diego, estudiante del programa de Tecnología en Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo del Centro de Gestión Tecnológica de Servicios, se encontraba en las inmediaciones del lugar junto a su madre cuando ocurrió la explosión.

Juan Diego Martínez, 17 años. Comenzaba como barbero en Candelaria e iba con su mamá en moto para el centro de Cali. | Foto: Suministrada a El País

A pesar de haber quedado gravemente herida, su madre luchó incansablemente para que su hijo recibiera atención médica prioritaria. Sin embargo, los esfuerzos no fueron suficientes y el joven perdió la vida, truncando su sueño de construir un mejor futuro para él y su familia.

El SENA, a través de un comunicado oficial, expresó su profundo rechazo a los actos de violencia que enlutan no solo a la ciudad y al país, sino también a su comunidad educativa.

“Como entidad del Estado que brinda oportunidades para transformar vidas mediante la formación, el empleo y el emprendimiento, levantamos una voz de rechazo por estos actos que también nos enlutan como familia SENA”, señala el comunicado.

La institución destacó la dedicación y compromiso de Juan Diego como aprendiz, y lamentó que su vida haya sido interrumpida de forma tan trágica. Además, manifestó su solidaridad con su familia, especialmente con su madre, quien continúa en recuperación, así como con las demás víctimas y sus seres queridos.

Durante el funeral, amigos, compañeros de estudio, docentes y allegados se reunieron para acompañar a la familia de Juan Diego y rendir un sentido homenaje a su vida. En medio de la tristeza, recordaron con afecto su dedicación, su deseo de superarse y el compromiso con el que afrontaba cada uno de sus sueños. Su memoria permanecerá viva en los corazones de quienes compartieron con él momentos de alegría, esfuerzo, esperanza y amistad.

Este atentado, que dejó un saldo de siete personas fallecidas y más de setenta heridas, ha generado una profunda consternación nacional y ha reavivado con fuerza el clamor ciudadano por la paz, la justicia y el respeto a la vida.

En medio del dolor colectivo, la comunidad se mantiene unida en duelo, acompañando a las familias afectadas y reafirmando su compromiso con la defensa de la vida, la esperanza y el rechazo a toda forma de violencia.