China continúa posicionándose en la fabricación de vehículos eléctricos

Gracias al apoyo del gobierno chino a los vehículos eléctricos y al interés de los consumidores por este tipo de automotores, las empresas de este país que se enfocan en estos productos están liderando el mercado interno.

En el Salón del Automóvil de Shanghái, que se celebra cada dos años y termina este 27 de abril, es una muestra de que las marcas chinas están en capacidad de “rivalizar con todos los constructores de automóviles tradicionales en todos los niveles: rendimiento, calidad y comodidad, no hay nada que no puedan hacer”, afirma Elliot Richards, especialista de coches eléctricos.

“El salón marca el fin del motor de combustión interna y el comienzo de la era de los vehículos eléctricos”, insiste el experto. Además, hay una exposición de decenas de nuevos modelos, de constructores nuevos y más antiguos. “El futuro está aquí, ahora”, comenta Mike Johnstone, un alto responsable de la marca británica de lujo Lotus.

Las compañías de carros eléctricos son conscientes de que están empezando a alcanzar a sus predecesores, los vehículos de combustibles fósiles. “Consideramos a los vehículos de combustible de alta gama como nuestros principales competidores”, señaló William Li, director general de Nio, la empresa conocida como la Tesla china.

Además, las ventas de vehículos eléctricos e híbridos se duplicaron en 2022, es decir, fueron más de un cuarto de los vehículos comercializados, algo nunca antes visto, según la Federación China de Constructores de Coches Individuales (CPCA).

A pesar de la ralentización mundial del sector automovilístico, los vehículos eléctricos serán más del 40% de la cuota de mercado en China este año, calcula Li.

El modelo

China continúa dedicando grandes esfuerzos a impulsar la industria de los vehículos eléctricos. “Renunciaron a desarrollar motores de combustible”, porque no podían rivalizar con el resto del mundo, así que pensaron: con los vehículos eléctricos, podemos adelantarnos a los demás”, sostiene Elliot Richards.

Por ello, desde el año 2000, las autoridades centrales y locales destinaron millones de dólares en subvenciones y exenciones fiscales. Además, adjudicaron contratos de transporte público a empresas de vehículos eléctricos.

“Está en el origen del sistema económico del país. El gobierno chino sabe concentrar los recursos en las industrias que busca desarrollar”, comentó Zeyi Yang en MIT Technology Review.

China también desarrolló la infraestructura necesaria para impulsar el sector. Según el gobierno, existen más de 5,8 millones de estaciones de recarga en el país.

Por ejemplo, en la provincia de Guangdong hay aproximadamente tres veces más terminales de recarga que en todo Estados Unidos, según datos de Bloomberg.

Es importante mencionar que el mercado chino cuenta con más de 94 marcas, que proponen más de 300 modelos distintos, los cuales “sirven de modelo” para otras compañías, asegura Johnstone, de Lotus.

Otros mercados

Las marcas chinas también apuntan a los mercados extranjeros, como es el caso de BYD uno de los principales vendedores del país. La empresa comercializa sus vehículos en unos 50 países, incluyendo los europeos, que se han convertido en una prioridad.

Así mismo, el grupo de Shenzhen, en el sur de China, que el año pasado exportó 50.000 vehículos, planea llegar a los 300.000 este año en todo el mundo, según la televisión pública CCTV.

Por otra parte, la marca Zeekr, que pertenece al gigante local del automóvil Geely, anunció que espera vender a final de año sus primeros modelos en Suecia y Países Bajos para luego llegar a otras naciones.

A pesar de ello, la calidad de producción china es un factor que ha estado en entredicho por años, sin embargo, Spiros Fotinos, director general de Zeekr para Europa, explica que las opiniones sobre el tema están cambiando. “Los consumidores ven mucha tecnología innovadora de seguridad, con sistemas de asistencia al conductor que son realmente punteros”, sostiene.

A pesar de los grandes avances, el mercado de vehículos eléctricos en China tiene varios retos por delante. Elliot Richards considera que los fabricantes de automóviles de este país tendrán que adaptarse al mercado occidental, el cual es muy diferente del suyo.

Sin embargo, la visión china permanece. El gigante asiático, el principal emisor mundial de gases de efecto invernadero tiene el objetivo que en 2035 las ventas de automóviles sean principalmente de vehículos no contaminantes.

*Con información de AFP