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¿Qué hay detrás de la ola de muertes de parapentistas en el Valle?
Un vuelo tandem en parapente cuesta aproximadamente $130.000 con pilotos licenciados. La duración del vuelo es de 15 o 20 minutos, en promedio.
En apenas un mes - 13 de enero - 13 de febrero de 2019 - en el Valle del Cauca murieron tres parapentistas. Otros cuatro resultaron lesionados en los accidentes. Dos más se extraviaron. Otros dos terminaron enredados en los árboles, lo que les salvó la vida.
Las noticias sobre parapentistas accidentados han copado las páginas de los periódicos y los espacios de radio y televisión, lo que ha hecho que muchos aficionados que tenían presupuestado volar, desistieran.
Las empresas dedicadas a promover esta práctica deportiva advirtieron que las ventas de los vuelos han disminuido ostensiblemente, incluso cuando ninguno de los accidentes ocurridos hasta el momento fueron en vuelos tándem, es decir, los realizados por quienes simplemente quieren divertirse volando con la compañía de un piloto experimentado.
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A la empresa Despégate, una especie de red nacional de pilotos de parapente, llamaron hace unos días y preguntaron:
– ¿Cuánto cuesta matarse en eso?
Natalia Jaramillo, la propietaria, dice que su corazón se partió en pedazos cuando escuchó aquello.
– Hay demasiada desinformación sobre lo que está pasando y eso genera este tipo de reacciones.
Pero entonces: ¿por qué en tan poco tiempo hay tantos parapentistas accidentados?
Según las primeras investigaciones, los accidentes en los que resultaron muertos tres parapentistas se debieron a errores humanos. El primero se registró el 13 de enero, cuando murió el piloto Octavio Agudelo Escobar en la vereda El Pomo, de El Cerrito.
Al momento de quitarse su chaqueta, Octavio olvidó un detalle: no enganchó correctamente su arnés, lo que hizo que en pleno vuelo cayera. Un error de concentración, a pesar de que Octavio contaba con una amplia experiencia: volaba parapente desde hacía más de una década.
El segundo accidente fatal ocurrió el 9 de febrero, en zona rural del municipio de Ansermanuevo. Es día murió el parapentista belga Baurey Peter, de 53 años. Baurey soltó los mandos del parapente para organizarse el arnés, lo que hizo que el parapente colapsara a una velocidad de unos 40 kilómetros por hora, por lo que no le dio tiempo de recuperar el control. Soltar los mandos de un parapente equivale a soltar el timón de un carro a alta velocidad, aseguran pilotos avanzados.
El más reciente accidente fatal fue el registrado el miércoles 13 de febrero. Marc Caussanel, un piloto francés, murió durante un aterrizaje forzoso en un potrero ubicado en cercanías al peaje de La Uribe.
Marc volaba sobre la doble calzada que comunica a Zarzal con Bugalagrande, y el accidente aún se investiga. Algo hizo que el parapente se cerrara – una condición térmica, un cambio de vientos, pero aún son suposiciones – y se estrelló contra el piso. También se investiga un posible error de procedimiento al aterrizar.
Esa, entonces, es una de las explicaciones a lo que está ocurriendo: los accidentes fatales están siendo ocasionados por equivocaciones de los pilotos. Pero hay mucho más. La escueta estadística tiene mucho que ver.
Hace una década, al Valle del Cauca podrían llegar 400 parapentistas del exterior a practicar el deporte, especialmente al municipio de Roldanillo. Actualmente llegan entre 2000 y 3000 deportistas. Entre más pilotos, más vuelos y por lo tanto, más riesgos de que suceda alguna tragedia.
– En esta época de principios de año es invierno en Europa, verano en Colombia, y eso atrae a los pilotos extranjeros. Además las condiciones meteorológicas y topográficas del norte del Valle permiten realizar vuelos de distancia con facilidad. A eso hay que sumarle que los vientos en Colombia no son muy fuertes, comparado con las condiciones de vientos de otras latitudes. Y el país es económico para los extranjeros tanto en hoteles como en alimentación. Todo eso hace que vengan tantos parapentistas extranjeros. En el Valle pueden llegar a volar hasta 50 horas en dos semanas, tiempo que no logran en todo un año en lugares como Los Alpes – explica el parapentista Luis Jiménez, organizador de copas del mundo y otras competencias de parapente en Roldanillo.
Sin embargo, esos miles de deportistas extranjeros que llegan a la región estarían incumpliendo algunas normas, lo que también podría explicar los accidentes.
Javier Fernando Castro Acosta, Presidente de la Federación de Deportes Aéreos, asegura que según el reglamento colombiano todo piloto extranjero que llegue al país tendría que entrar al sistema de control que tiene la Federación, afiliándose a un Club Deportivo, donde se le otorga una licencia de vuelo. Con ello debería demostrar tanto su nivel, como el estado de su equipo.
– Infortunadamente los parapentistas extranjeros, tal vez porque no tienen la información o desconocen la normativa, llegan como un turista más, extienden su equipo y salen a volar sin ningún control – dice Javier.
A lo anterior se suma otro problema: varias empresas europeas y norteamericanas están trayendo a los parapentistas extranjeros, sin contar con los deportistas y guías locales, quienes conocen las condiciones de los sitios autorizados para despegar y las precauciones que se deben tomar.
– Es un tema que tenemos que trabajar con el Ministerio de Turismo para empezar a exigir que no pueden venir a Colombia a volar por sí solos, porque ahí se cometen errores – comenta el parapentista Luis Jiménez, quien agrega otro dato inquietante: “el clima está loco”.
– Muchos extranjeros se encuentran con que las condiciones climáticas de hoy en el Valle no son tan fáciles como se ha divulgado. Durante muchos años se ha dicho que Roldanillo y el Valle eran sitios demasiado fáciles para volar. Pero el clima de hoy hace que no sea así. A principios de enero, por ejemplo, estábamos esperando el fenómeno de El Niño. Y sin embargo hemos tenido una cantidad de lluvias en el Valle del Cauca que no esperábamos. El clima afecta las condiciones de vuelo. Tenemos vientos del norte muy fuertes, y esos vientos del norte hacen que las condiciones de vuelo se enrarezcan, los vuelos se hacen más turbulentos, lo que podría dificultar a un piloto con poca experiencia. Los vientos del Pacífico, que es otro componente con el cual volamos en el Valle del Cauca, están llegando más temprano y con mayor intensidad, algo que en años anteriores no ocurría. Por todo esto se debe tener un amplio conocimiento de la zona y sus condiciones antes de despegar.
Precisamente, una de las medidas que se proponen para prevenir los accidentes es difundir, en los puntos de despegue autorizados, información sobre las condiciones de los sitios, así como las maniobras permitidas.
También se requiere el cumplimiento de las normas ya establecidas: todo piloto extranjero debe presentarse ante un club local y afiliarse.
E igualmente verificar que las empresas que ofrecen los vuelos de recreación cuenten con pilotos licenciados, así como que incluyan, en los paquetes que comercializan, seguros médicos que cubran algún percance.
– Entre mayor conocimiento se tenga de las condiciones de una zona para volar, y de los requerimientos que se necesitan para hacerlo de manera segura, menor riesgo de accidentes – dice Javier Fernando Castro Acosta, el Presidente de la Federación Colombiana de Deportes Aéreos.
Por lo pronto, a Octavio Agudelo Escobar, el parapentista colombiano fallecido en El Cerrito, sus amigos le hicieron un homenaje: las cenizas fueron lanzadas al cielo, el lugar que más amaba.
No olvide
-Para hacer un vuelo tandem en parapente debe exigir la licencia del piloto.
-Igualmente se debe exigir que el paquete ofrecido por la compañía incluya seguros médicos.
-Una de las exigencias para practicar este deporte, incluso como aficionado, es no haber ingerido licor ni haberse trasnochado la noche anterior. La concentración es seguridad.
-El peso máximo por persona regularmente es de 120 kilos.
-No se permite volar en pantaloneta. Se sugiere sudaderas para proteger el cuerpo durante el aterrizaje.
-No se permite volar en caso de que las personas tengan cirugías recientes o sufran de alguna enfermedad en los huesos.