Deportivo Cali ganó bien el clásico y el árbitro no incidió en el resultado (Opinión)

Mientras escribía esta columna, leía trinos de hinchas del América culpando de la derrota 2-1 contra el Deportivo Cali al árbitro bogotano Andrés Rojas. No. Cali ganó bien y América no se trajo el punto que lograba parcialmente con el golazo de Duván Vergara por culpa de Rangel y Carrascal, que dejaron al equipo con nueve hombres, y por culpa del técnico Guimaraes, que no apareció cuando debía.

América lograba en la cancha del Cali un empate parcial y hacía un buen juego en el segundo tiempo; tanto, que el arquero David González se erigía como figura. Pero a falta de quince minutos, Rangel cometió una falta, se ganó la segunda amarilla y se fue expulsado. Carrascal protestó y se hizo echar. En adelante, lo que debió hacer América fue administrar ese empate que sacaba transitoriamente de visita. Pero no. Como si no tuviera menos hombres, como si no dejara espacios en la cancha, se dedicó inexplicablemente a seguir atacando. Craso error de todo el plantel, pues lo obvio era que el Cali se volcara encima, como efectivamente lo hizo. Hasta que logró el triunfo sobre el tiempo de reposición con un puntazo de Lizarazo.

El árbitro no tuvo nada que ver en el resultado. Sancionó un penal que existió a favor del Cali, aunque Vásquez exageró la falta. Expulsó a dos jugadores del América que se ganaron la roja y descontó el tiempo justo por los minutos que se perdieron.

Cali comenzó ganando con la fórmula que previamente había cuestionado su técnico Alfredo Arias cuando se la aplican a favor del América. Sí, señor técnico, con penales se llega más fácil al gol. Y apareció Lizarazo como un ángel para darle la victoria 2-1. Los azucareros siguen invictos. David González cada vez ratifica que la veteranía lo hace más seguro (solo ha recibido un gol en el torneo) y Arias gana su primer clásico como técnico. Cali ganó bien. Sin ayuda.