Turismo
El corregimiento en Huila, conocido como el “Pueblo de las Brujas”, que atrae a miles de turistas
Este poblado del municipio de Garzón combina leyendas ancestrales, arquitectura colonial y experiencias turísticas que giran en torno a su misteriosa tradición de brujas.
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17 de ago de 2025, 05:05 p. m.
Actualizado el 17 de ago de 2025, 05:05 p. m.
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En el corazón del Huila, a 114 kilómetros de Neiva, se encuentra un lugar que ha despertado la curiosidad de viajeros nacionales y extranjeros: el corregimiento de La Jagua, en el municipio de Garzón. Su fama no solo radica en ser uno de los pueblos más antiguos de la región, fundado en el siglo XV, sino en que es reconocido como el único “Pueblo de las Brujas” en Colombia.
Con más de 400 años de historia, La Jagua se distingue por una tradición oral que ha transmitido relatos sobre dos tipos de brujas, la hechicera y la voladora. Estas últimas, conocidas también como “brujas mestizas”, son resultado del sincretismo entre el conocimiento ancestral de los indígenas Tama y las prácticas esotéricas de los brujos españoles que llegaron hacia 1540.

El paso del río Magdalena por este corregimiento convirtió al lugar en un punto de encuentro para chamanes y curanderos desde tiempos precolombinos, lo que cimentó su reputación como “zona de los brujos”.
Una de las leyendas más recordadas cuenta que, hace varias décadas, una mujer fue quemada viva acusada de practicar brujería contra una familia influyente. Desde entonces, según la tradición, las demás brujas prometieron no causar más daño a los habitantes. En el parque central del pueblo existe un monumento en honor a esa mujer, lo que refuerza la memoria colectiva de aquel episodio.
No obstante, La Jagua es mucho más que sus mitos. Sus calles empedradas, las más de 300 casas coloniales con tejados de barro y su arquitectura que evoca el Nuevo Reino de Granada, la convierten en un atractivo turístico que mezcla historia y cultura.
Hace cinco años, los habitantes decidieron darle un nuevo aire al corregimiento pintando las fachadas con colores vivos, lo que transformó la imagen de lo que algunos llamaban un “pueblo fantasma” en un destino vibrante y lleno de vida.

Entre los sitios de interés se destacan el Centro Histórico, la Casa del Sabio Francisco José de Caldas quien residió allí entre 1775 y 1777 y la Casa de Artesanos, donde mujeres del corregimiento mantienen viva la tradición de tejer con fique. También sobresale la Casa del Maestro Emiro Garzón, escultor huilense reconocido por sus obras en cobre.
Desde la torre de la iglesia, los visitantes pueden obtener una vista panorámica de 360 grados sobre el pueblo, los ríos Magdalena y Suaza, y los paisajes circundantes.

Los amantes de la naturaleza encuentran en La Jagua cuevas, lagunas y un cañón con petroglifos ocultos que enriquecen la experiencia turística.
Empresas como Turislab ofrecen recorridos inmersivos de cinco horas por las calles del corregimiento, que incluyen visitas a sitios históricos, almuerzo típico, cata de café y tiempo para adquirir artesanías. Los planes turísticos tienen tarifas desde $172.500 por persona.

Para llegar a La Jagua desde Bogotá, los visitantes deben viajar primero a Neiva y, desde allí, tomar transporte regional hacia Garzón y luego al corregimiento. Pese a que no existen rutas expresas directas, cada vez más viajeros hacen el trayecto para adentrarse en este lugar donde se mezcla el misticismo de las leyendas con el patrimonio cultural del Huila.

Comunicador social y periodista de la Universidad Antonio José Camacho. Tecnólogo en Producción Audiovisual y técnico en Diseño e Integración Multimedia del SENA, además de especialista en Fotografía Publicitaria. Experiencia en periodismo de campo frente a cámara, redacción web y gestión de redes sociales
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