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En el mercado existe una amplia lista de tipos de arroz, que pueden beneficiar la salud del organismo.
Los especialistas en salud aconsejan consumir el arroz integral, que tiene dos partes distintivas que las diferencia del arroz blanco. | Foto: Getty Images

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¿Por qué el arroz aumenta los niveles del azúcar en la sangre?

De acuerdo con la Escuela de Medicina de Harvard, podría aumentar el riesgo de sufrir otro tipo de enfermedades si se consume con mucha frecuencia.

6 de mayo de 2023 Por: El País

El arroz es uno de los alimentos más predilectos, pues la mayoría de las personas lo adicionan en sus comidas principales por ser un cereal bastante nutritivo. De hecho, el tipo de arroz más común es el blanco, porque tiene una vida útil más larga y se transporta más fácilmente; sin embargo, es menos nutritivo que el arroz integral.

Frente a esto, la Escuela de Medicina de Harvard detalla que consumir arroz blanco tiene casi el mismo efecto negativo que comer “azúcar de mesa pura”, debido a que este tipo de arroz es altamente procesado, por lo que podría aumentar los niveles de azúcar en la sangre y, por tanto, el riesgo de sufrir enfermedades, si se come con regularidad. De este modo, los especialistas en salud aconsejan consumir el arroz integral, que tiene dos partes distintivas que las diferencia del arroz blanco: el salvado, que es la capa comestible exterior del grano de arroz, y el germen, que es la parte reproductora del grano.

Sin embargo, una desventaja de este tipo de arroz es que la grasa en el salvado y el germen hace que el arroz integral dure menos, por lo que su vida útil es de unos 6 meses. En cambio, el arroz blanco es lo que queda después de pulir el grano y eliminar el salvado y el germen, lo que permite que esté más rápido y dure mucho más tiempo.

Por su parte, Elizabeth Ryan, investigadora de la Universidad Estatal de Colorado explica que “esto no significa que el arroz blanco sea nefasto para la salud, simplemente que es menos saludable. Comer cereales integrales siempre será importante”.

Arroz
Este alimento tiene un alto valor nutricional. Getty Images. | Foto: Getty Images

Beneficios del arroz integral

La investigadora del mismo modo detalla que el arroz integral han demostrado tener nutrientes que podrían ayudar a proteger contra el cáncer colorrectal, gracias a que el salvado hace que el arroz integral sea rico en compuestos llamados fitoquímicos que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. “Hay muchos fitoquímicos en el arroz integral que no están en el arroz blanco”, dice Ryan.

Asimismo, el arroz integral contiene fibra y proteína más soluble e insoluble que el arroz blanco, por lo que es un buen alimento prebiótico. Esto significa que puede ayudar a alimentar una microbiota intestinal saludable, la cual es esencial para una buena digestión y una función inmunológica fuerte.

En cuanto a las calorías del arroz blanco e integral, provienen de los carbohidratos. Es por ello que el arroz blanco tiene un índice glucémico más alto que el integral y generará un pico de azúcar en sangre más rápido, según detalla la Escuela de Medicina de Harvard.

Arroz Integral
Se caracteriza por no tener ningún proceso de refinación. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images/iStockphoto

De este modo, el portal web Business Insider, la FDA recomienda a los adultos y los niños seguir comiendo productos con arroz, “pero siempre asegurándose de que también consuman una dieta variada de cereales integrales como el trigo, la avena y la cebada”. Además de esto, es importante lavar el arroz integral, cocinarlo en agua adicional y luego enjuagarlo nuevamente. Esto ayudará a eliminar alrededor del 50% de este carcinógeno, pero a su vez eliminará algunos de los nutrientes beneficiosos.

¿Qué se siente cuando se sube el azúcar?

Uno de los padecimientos más diagnosticados en estos tiempos es la diabetes. Esta enfermedad es catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad crónica que requiere de unos cuidados especiales para que los síntomas no empeoren y no acarreen complicaciones más graves.

Cuando un paciente es diagnosticado con diabetes quiere decir que sus niveles de glucosa o azúcar en la sangre se encuentran elevados. Según explica la biblioteca de salud y medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, este padecimiento hace que el cuerpo no pueda movilizar la glucosa desde la sangre hasta el músculo y a las células de grasa para quemarla o almacenarla como energía; por ende, se acumula de manera desmedida en el torrente sanguíneo.

Diabetes
Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas serios. | Foto: Peter Dazeley, Getty Images | Foto: Getty Images

Para poder diagnosticar esta enfermedad a tiempo es pertinente tener claro sus síntomas y acudir a los chequeos médicos que el profesional de la salud indique, dependiendo de la edad y las condiciones de salud de cada paciente.

Cabe mencionar que por lo general esta enfermedad es diagnosticada en pacientes sedentarios, con sobrepeso o que no han tenido buenos hábitos alimenticios y han abusado de la ingesta de productos cargados de azúcar. También es importante recordar que esta enfermedad es diagnosticada en algunas personas por factores hereditarios o genéticos.

Síntoma de la diabetes
  • Aumento de la sed.
  • Aumento de la micción.
  • Pérdida de peso.
  • Fatiga.
  • Aumento del apetito.

Cuando una persona tiene los niveles de azúcar elevados debe hidratarse de manera adecuada consumiendo la suficiente cantidad de agua. Si una persona tiene deshidratación como resultado de la subida del azúcar en sangre presenta por lo general los siguientes síntomas:

  • Sequedad en la boca y aumento de la sed.
  • Piel tibia y seca.

El portal de salud y cuidado personal Cigna explica que cuando un paciente tiene niveles de azúcar en la sangre continuamente altos por encima de 350 mg/dL en adultos y por encima de 240 mg/dL en niños), tal vez tenga síntomas de moderados a graves. Estos síntomas incluyen:

  • Vista borrosa.
  • Sed extrema.
  • Aturdimiento.
  • Piel sonrojada, caliente y seca.
  • Agitación, somnolencia o dificultad para despertarse.

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