Los beneficios que tiene el consumo de cebolla cruda en el organismo

Indudablemente, la característica más conocida de la cebolla es su capacidad para hacernos llorar al cortarla. Sin embargo, más allá de este efecto, la cebolla es un auténtico tesoro en términos de nutrición y un elemento esencial en nuestra cocina. Este alimento tiene una larga historia y esconde una gran cantidad de beneficios tanto para la salud como para el paladar.

La cebolla es rica en minerales y oligoelementos, como calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio, silicio, cinc, azufre y bromo. Además, es una fuente de vitaminas, incluyendo la A, B, C y E.

En su interior, la cebolla alberga esencias volátiles sulfurosas que le confieren su característico sabor picante. Uno de estos componentes se disuelve rápidamente en agua y produce ácido sulfúrico, lo que explica por qué nos hace llorar cuando la cortamos.

La cebolla también contiene una sustancia volátil llamada alilo, que posee propiedades bactericidas y fungicidas. Destaca su contenido en glucoquinina, una sustancia que puede ayudar a reducir los niveles de azúcar en sangre, lo que le ha valido el apodo de “insulina vegetal”. Por estas razones, la Fundación Española de la Nutrición recomienda su consumo y resalta sus propiedades diuréticas y antisépticas.

En la cocina, la cebolla es extremadamente versátil, y una de las formas más efectivas de aprovechar sus beneficios es consumirla cruda. De esta manera, se estimula la función del hígado, el páncreas y la vesícula. Sin embargo, al cocinarla, no se producen pérdidas significativas en sus propiedades nutritivas.

Al comprar cebollas, es importante seleccionar aquellas que tengan un bulbo firme, sin brotes y con la piel intacta. Para conservarlas adecuadamente, deben guardarse en un lugar seco y bien ventilado, evitando apilarlas en exceso.

Valor nutricional de la cebolla por 100 gramos

• Calorías: 38 kcal
• Fibra: 1,6 g
• Proteínas: 1,2 g
• Grasas: 0,25 g
• Hidratos de carbono: 8.6 g

Fibras:

Las cebollas son una excelente fuente de fibra, que incluye fibras solubles. Este tipo de fibra que se encuentra en las cebollas puede disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como hipertensión arterial, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca e infartos.

Además, la fibra de la cebolla puede contribuir a la reducción de los niveles de colesterol en el organismo, según lo indicado por la Federación Española del Corazón.

Vitaminas:

Una porción de 100 gramos de cebolla proporciona el 11,5% de la cantidad diaria recomendada de vitamina B6. Esto convierte a las cebollas en una opción beneficiosa para el funcionamiento del sistema nervioso y cognitivo, ya que la vitamina B6 es esencial para la producción de serotonina y mielina en el cuerpo.

Además, consumir una porción de cebolla nos aporta el 5,9% de la cantidad diaria recomendada de ácido fólico y el 3,9% de la vitamina C necesaria para nuestro organismo.

Minerales:

Una porción de 100 gramos de cebolla nos proporciona aproximadamente el 8,5% de la cantidad diaria recomendada de calcio necesario para mantener huesos y dientes fuertes. Además, las cebollas también contienen manganeso en su composición.

Propiedades y beneficios de la cebolla

Buena para la circulación

Previene la coagulación sanguínea, estimula el flujo de sangre y contribuye a combatir afecciones asociadas a problemas circulatorios.

Diurética

Estimula la excreción de líquidos del cuerpo, lo que la convierte en una opción muy beneficiosa para personas que padecen insuficiencia renal, gota, formación de cálculos renales o retención de líquidos.

Bactericida y expectorante

Debido a su contenido de compuestos que contienen azufre, la cebolla, al igual que el ajo, es considerada uno de los remedios naturales más efectivos para tratar infecciones del sistema respiratorio, como la gripe, la bronquitis y la faringitis.

De hecho, es común utilizar un remedio casero que consiste en colocar una cebolla cortada por la mitad al lado de la cama durante la noche para aliviar estos problemas respiratorios.

Digestiva y depurativa

Mejora el proceso digestivo al activar el funcionamiento del hígado, la vesícula biliar y el páncreas, pero se recomienda evitar su consumo en casos de acidez estomacal. La cebolla tiene la capacidad de eliminar las toxinas y los fermentos que se generan en el estómago después de la digestión.