Ejercicios que se pueden hacer en casa para controlar o evitar las venas varices

Las venas varicosas, también conocidas como várices, son venas dilatadas, hinchadas y retorcidas que se pueden observar debajo de la piel. Por lo general, tienen un color rojo o azul y suelen aparecer en las piernas, aunque también pueden manifestarse en otras partes del cuerpo

El portal web Medlineplus explica que las venas varicosas se producen cuando las válvulas unidireccionales en las venas de las piernas no funcionan correctamente, lo que provoca un flujo sanguíneo inverso y la acumulación de sangre. Con el tiempo, esto causa la inflamación y dilatación de las venas, dando lugar a las venas varicosas.

Aunque las venas varicosas son comunes y no representan un problema para la mayoría de las personas, en algunos casos pueden provocar síntomas como hinchazón, dolor en las piernas, coágulos sanguíneos y cambios en la piel. En el portal de medicina mencionado anteriormente se manifiesta que algunos factores de riesgo para desarrollar venas varicosas incluyen la edad avanzada, el género femenino (debido a los cambios hormonales), antecedentes familiares, obesidad, embarazo y estar de pie o sentado por períodos prolongados.

Los síntomas de las venas varicosas pueden incluir sensación de plenitud, pesadez y malestar en las piernas, venas visibles y dilatadas, venas araña (pequeñas venas visibles en la superficie de la piel), calambres en los muslos y pantorrillas, ligera hinchazón en los tobillos, picazón cerca de las venas varicosas y síntomas de piernas inquietas.

En casos más graves, cuando el flujo sanguíneo se ve gravemente afectado, pueden presentarse síntomas como hinchazón de la pierna, dolor después de períodos prolongados de estar de pie o sentado, cambios de color en la piel, aparición de úlceras cutáneas que no cicatrizan fácilmente y engrosamiento y endurecimiento de la piel en las piernas y tobillos con el tiempo.

Esta condición física tiene distintos tratamientos médicos y es necesario acudir a un especialista para buscar una solución; sin embargo, hay algunos remedios caseros que funcionan y ayudan a disminuir los riesgos.

Realizar ejercicio regularmente

La actividad física favorece una mejor circulación sanguínea en las piernas, ayudando a impulsar la sangre acumulada en las venas. Ejercicios de bajo impacto como nadar, caminar, hacer ciclismo y practicar yoga son efectivos para fortalecer los músculos de la pantorrilla sin excesivo esfuerzo.

El uso de medias de compresión

Estas prendas se pueden encontrar con facilidad en farmacias, e incluso se pueden comprar con d}animaciones. Las medias aplican presión en las piernas y ayudan a los músculos y venas a mover la sangre hacia el corazón. Estudios han demostrado que las medias de compresión pueden reducir el dolor asociado con las várices.

Algunos extractos de plantas

Los extractos castaños de indias, pino marino y ruscus tienen propiedades beneficiosas para reducir síntomas como dolor, pesadez, picazón e hinchazón en las piernas relacionados con las várices. Estos extractos pueden aplicarse tópicamente o utilizarse en aromaterapia.

Cambios en la dieta

Reducir la ingesta de alimentos salados y ricos en sodio ayuda a minimizar la retención de agua, mientras que consumir alimentos ricos en potasio puede ayudar a reducir la retención de líquidos. Alimentos con fibra también son recomendados para prevenir el estreñimiento, lo cual es beneficioso para evitar o controlar las venas varices.

Comer alimentos con flavonoides

En la dieta puede ayudar a reducir el tamaño de las venas varicosas y mejorar la circulación sanguínea. Algunos alimentos ricos en flavonoides son vegetales como cebollas, pimientos, espinacas y brócoli, frutas cítricas, uvas, cerezas, manzanas y arándanos, así como el ajo.

Remedios herbales

El extracto de semilla de uva han mostrado beneficios en la reducción de la inflamación y otros síntomas asociados con las várices. Sin embargo, se debe tener precaución si se están tomando medicamentos anticoagulantes, ya que puede haber interacciones.

Evitar el uso de ropa ajustada

Una buena opción es optar por prendas holgadas, ay que estas ayudan a mantener un flujo sanguíneo adecuado en las piernas. Usar zapatos planos en lugar de tacones altos también contribuye a mejorar la circulación en las piernas.

Mantener las piernas elevadas por encima del nivel del corazón

Este es un truco recomendado por las abuelas, y con el paso del tiempo se ha demostrado que ayuda a mejorar la circulación y reduce la presión en las venas de las piernas. Esto puede hacerse al sentarse o descansar, y es especialmente importante durante largos períodos de tiempo.

Masajes suaves

Estos se deben hacer especialmente en las áreas afectadas, ayuda a mantener la circulación sanguínea en las venas. Se pueden usar aceites de masaje suaves o cremas hidratantes, evitando presionar directamente sobre las venas para evitar daños en los tejidos.

Evitar estar sentado durante largos períodos de tiempo

El sedentarismo y estar sentado por mucho tiempo no permite que la sangre fluya de la manera adecuada, es importante hacer pausas para moverse, cambiar de posición o caminar, ayuda a mantener un flujo sanguíneo adecuado en las piernas. No cruzar las piernas al sentarse también es recomendado para evitar restricciones en el flujo sanguíneo