Día Mundial del Cerebro: ¿qué hábitos no me ayudan a cuidar el sistema nervioso?

El 22 de julio se celebra el Día Mundial del Cerebro, una fecha que busca concientizar sobre la importancia de este fascinante órgano que define la existencia de las personas.

El cerebro o “materia gris” es uno de los órganos vitales del cuerpo humano, el cual controla el pensar, abstraer, leer, así como las funciones corporales en respuesta a estímulos sensoriales).

La Federación Mundial de Neurología (WFN por sus siglas en inglés) fue el organismo que promovió la necesidad de crear conciencia sobre su potencial, sus riesgos y sobre todo sus enfermedades.

Para este año 2023, el tema del Día Mundial del Cerebro es “Salud Cerebral y Discapacidad”.

La discapacidad puede aparecer en cualquier momento de la vida y durar poco tiempo o ser permanente. Y aunque puede presentarse también por problemas neurológicos, algo que no se debe descuidar en este estado es la salud mental.

Este año la campaña no se limita a curar las discapacidades, sino que busca ofrecer apoyo a las personas que viven y luchan contra el estigma asociado a ellas.

Un trabajo muy unido

Pero el ver, oler, saborear, sentir y moverse es posible gracias al trabajo que desarrolla el cerebro y el sistema nervioso.

El sistema nervioso envía señales al cerebro para controlar estas funciones, y también transporta mensajes desde el cerebro a los músculos, órganos y piel.

Por ello lo más importante es cuidarlo, sobre todo porque dicho sistema está compuesto por neuronas, células especializadas que reciben estímulos sensitivos y que se encargan de transmitirlos a diferentes partes del cuerpo.

No olvide que las neuronas comienzan a crecer desde que nace una persona. Estas son limitadas y no hay manera de regenerarlas.

Por ello la falta de neuronas deteriora el funcionamiento del sistema nervioso y el del organismo.

Dentro de las funciones controladas por las neuronas se encuentran la respiración y la digestión, al igual que la regulación de temperatura, funciones motoras y el control de los sentidos.

Riesgos de la falta de una vida saludable

Entre los síntomas que puede presentar una persona con un estilo de vida poco saludable se encuentran:

Alteraciones sensoriales: Es el trastorno que afecta la forma en una persona organiza sus sentidos.

Trastornos del sueño

Dolores de cabeza o migrañas

Ansiedad o depresión

Demencia: Debilitamiento de las facultades mentales

Amnesia: Incapacidad para recordar eventos durante un período de tiempo

Enfermedades como el Parkinson o Alzheimer, consideradas como degenerativas

Haga un alto y tome nuevas decisiones

Si lo que desea es cuidar su sistema nervioso recuerde que lo más inmediato es cambiar sus hábitos.

Tenga que de ellos depende su estado de salud. Si se asegura que su cuerpo reciba lo que necesita, podrá aportarle a al correcto funcionamiento de tu sistema nervioso. Para ello:

Adiós al estrés: Realice actividades que le ayuden a mejorar su salud mental. Si esto incluye alejarse de personas problemáticas o situaciones estresantes, no lo dude, hágalo.

Elija un horario para dormir: Lo que se repite por 21 días seguidos se convierte en un hábito.

Elija una hora adecuada, duerma en un lugar limpio, silencioso, sin música o televisión que afecten el sueño.

Trate en lo posible de descansar ocho horas diarias, créalo que su organismo se lo agradecerá y los efectos en su piel y su cara se notarán después de una semana de realizar esta rutina.

Realice actividad física: Ejercicio moderado. Si le es posible acuda al gimnasio, pero si no puede hacerlo entonces trate de caminar de manera regular. Lo importante es evitar el sedentarismo y con ello el estrés que produce el solo hecho de pensar en los problemas y las cuentas.

Aléjese del cigarrillo y el alcohol: La composición química de dichas sustancias afecta el sistema nervioso.

Ojo con la alimentación: Consuma alimentos que aporten energía y nutran su cuerpo. Consuma carbohidratos complejos como los cereales, proteínas como alimentos del mar, carne blanca sin grasa y yogur.