Política
Presidente Gustavo Petro se defendió de las acusaciones de Netanyahu: “No soy partidario de Hamás”
Ambos políticos se enfrascaron en un intercambio de mensajes por medio de las redes sociales.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia rechazó este sábado el mensaje del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, quien llamó al presidente colombiano, Gustavo Petro, “antisemita” luego de que Petro rechazó la incursión israelí en Rafah
Netanyahu aseveró que su país “no se dejará sermonear de un antisemita partidario de Hamás”.
“Los semitas no deben ser artífices de un genocidio porque lo sufrieron. Igual que es inadmisible el genocidio del pueblo judío en la Europa Nazi, lo es el actual genocidio contra el pueblo palestino”, opinó Petro.
“Ni antisemitas ni antihumanos. Si Gaza muere, muere la humanidad”, expresó el jefe de Estado, quien apuntó que sus principios lo “llevan a rechazar la barbarie que comete Netanyahu y que se llama genocidio y antihumanidad”.
“No soy partidario de Hamás, porque soy partidario de la democracia republicana, plebeya y laica”, agregó Petro.
Las declaraciones de Benjamin Netanyahu llegaron después de que el mismo presidente Petro insinuó en sus redes sociales que el primer ministro israelí debería ser capturado por orden de la Corte Penal Internacional por sus ataques en la Franja de Gaza.
La Cancillería colombiana, por su parte, emitió un comunicado de prensa en el que calificó a los señalamientos del primer ministro como “falsos”.
“La lucha del presidente Petro por la vida, la paz y la justicia va más allá de nuestras fronteras, así como su apoyo al multilateralismo para preservar la convivencia de las naciones y evitar la guerra”, escribió el Ministerio de Exteriores.
El ente dirigido por Luis Gilberto Murillo exigió respeto por el mandatario y aprovechó la oportunidad para manifestar que “Hamás ha cometido acciones barbáricas”. “Colombia no simpatiza con este tipo de grupos y condena tajantemente su violencia”, agregó.
Según el órgano estatal, el gobierno de Israel tergiversó “la exigencia del respeto del derecho internacional humanitario”, pues la vio “como un apoyo al terrorismo”. La Cancillería concluyó con que Colombia “insiste en la necesidad de un alto al fuego”.