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Federico Gutiérrez, ex alcalde de Medellín y actual precandidato presidencial. | Foto: Archivo de El País

POLÍTICA

Federico Gutiérrez: "mis enemigos son los corruptos y los violentos"

El precandidato presidencial vino a Cali el martes y señaló que la prioridad debe ser sacar a 21 millones de colombianos de la pobreza. ¿Cómo vio a los caleños?

3 de junio de 2021 Por: Heinar Ortiz Cortés / Reportero de El País

“La gente apoya los reclamos sociales, pero igualmente están cansados de la violencia y de los bloqueos, que, en mi concepto, son una forma de violencia. Eso tiene que parar ya”. Así de enfático es el precandidato presidencial independiente Federico Gutiérrez en su postura sobre la actual crisis social y política que vive el país.

El exalcalde de Medellín dice que vino este martes a Cali a demostrar su solidaridad con la ciudad y el departamento, afectados por el vandalismo y los bloqueos, y a conocer de primera mano, en las esquinas de la ciudad, el sentir de la gente.

“Quiero defender en la política las ideas de la democracia; la inversión social, oportunidades reales, defensa de la libre empresa y las libertades de la gente. Pero también garantizar el orden y tranquilidad. Eso es lo que yo planteo. Quienes se identifiquen con ello, podemos llegar a muchos acuerdos, sin importar las orillas ideológicas”, asegura.

¿Cómo encontró la ciudad, cómo sintió el ánimo de la gente?

A mí lo que más me gusta es la calle, así gané en Medellín la Alcaldía y así goberné. ¿Cómo siento a los caleños con los que he podido hablar, gente de muchas edades y grupos poblacionales? Siento dolor, tristeza. Y siento algo que es muy duro, que es incertidumbre e intranquilidad. Lo que hay que hacer es, pronto, recuperar la esperanza y la tranquilidad. Siento una comunidad, como la mayoría de los colombianos, de acuerdo con los reclamos en términos sociales. ¿Quién no va a estar de acuerdo para que haya mejores condiciones sociales para todos? En eso no puede haber discusión. Claro que hay cosas estructurales que debemos resolver en el país, claro que debe haber más presupuesto, pero siento que hay una sensación de rechazo a la violencia y los bloqueos, que han sido una forma de violencia. Se ha visto desabastecimiento y se han encarecido los productos de la canasta básica, empresas han cerrado y se están perdiendo muchos empleos. Eso tiene que parar ya.

¿Qué opina de medidas como la asistencia militar decretada por el presidente Duque para retomar el orden público en el país?

En medio de una discusión social como la que tenemos, hay que mantener siempre el diálogo abierto con quienes se manifiestan en paz y hacen reclamos válidos. Pero con quienes restringen las libertades de los demás y ponen en riesgo la sociedad a través de la asfixia económica, el odio, la fractura social, el Estado tiene que imponerse y garantizar los derechos de todos.

Ahora, yo tengo una preocupación muy grande, y es que, cuando no hay Estado, ahí es cuando la gente termina armándose y solucionando los temas de manera individual y eso no puede ocurrir. Es lo peor que nos puede pasar. Ya lo hemos visto acá en Cali y en muchas otras ciudades. No puede ser que la gente se arme y salga a tomar justicia por sus propias manos. Eso es lo peor que le puede pasar al país. Hemos vivido demasiada violencia como para entrar en una nueva espiral. Entonces, siento que esa decisión de ordenar el desbloqueo de las vías es importante.

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Muchos creen que los bloqueos han alargado la negociación. ¿Qué opina de los diálogos del Gobierno y el Comité Nacional del Paro?

Es que el Comité del Paro no representa a la mayoría de los colombianos. A mí no me representa. Y le aseguro que tampoco a la mayoría de los jóvenes que están en las calles y que han marchado en paz. Ese Comité llega a las mesas de diálogo, más que con una actitud de negociar, con actitud de chantaje y extorsión. Le reclamo que haya apoyado los bloqueos. Me parece que tienen más un afán por generar inestabilidad social, política y económica, que de solucionar los problemas que tenemos.

De continuar como vamos, vamos a perder todos y solo va a terminar ganando una pequeña minoría de violentos y algunos populistas que lo que buscan es la anarquía. Eso no lo podemos permitir. Aquí hay que cuidar la democracia, tenemos que llegar a unos acuerdos en lo nacional y en lo regional, porque es claro que tiene que haber más educación y de mejor calidad, y un mejor sistema de salud. En un país donde hoy tenemos al 42,5 % de la población en situación de pobreza, es decir 21 millones de colombianos: ¿qué mejor oportunidad para entender que ahí está el propósito país que necesitamos? Lleguemos a unos puntos comunes. Yo planteo este: ¿qué mejor acuerdo que buscar soluciones desde lo social para sacar a esos 21 millones de colombianos de la pobreza?

¿Y cómo se podría hacer eso?

Dinamizando la economía. Porque no hay mejor política social que la generación de empleo. Hoy hay quienes van con el discurso populista de que quieren acabar con la pobreza, pero lo que están haciendo es generar más pobreza, porque los bloqueos quebraron muchas empresas; para muchos fueron una crisis peor que la del coronavirus, y que se están perdiendo muchos empleos. Va a haber más pobreza, porque nos quieren equiparar por lo bajo. Y aquí lo que necesitamos es una sociedad que se iguale por lo alto, donde la gente tenga más garantías sociales. Yo no conozco una forma diferente de sacar el país adelante que trabajando. Hay que generarle oportunidades a la gente, pero eso no se hace destruyendo el aparato productivo y el sector empresarial, como lo pretenden algunos.

¿Qué decirle a quienes le están sacando provecho político a la crisis?

Que son unos irresponsables. No rechazan la violencia, no han rechazado los bloqueos. Se están aprovechando de unos reclamos sociales, que son válidos, simplemente por pensar en unas elecciones. Y hoy lo importante no son las elecciones del año entrante: es solucionar esta crisis ya, porque en medio está la violencia y el sufrimiento de los más vulnerables. Siento que esto se les devolvió, porque la gente no es boba. La gente se dio cuenta de que la violencia que se está generando termina con pérdida de vidas, y todas las muertes duelen, la de cualquier joven o la de un solo policía. Yo rechazo la violencia, venga de dónde venga; de un vándalo o de un uniformado que, teniendo las armas de Estado, genere abuso de la fuerza. Pero jamás generalizar, que es lo que hacen esos sectores que están haciendo política con la crisis.

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¿Cómo va la alianza con los exalcaldes Peñalosa y Char? ¿Con quiénes está buscando sumar fuerzas para el 2022?

Yo tengo una ventaja y es que soy independiente. No pertenezco a ningún partido político. Puedo decir con sensatez lo que me parece y hacia dónde creo que el país debe ir. Tengo la posibilidad de opinar como quiero. ¿Qué tengo? Amigos, más amigos que enemigos. Y eso, porque mis enemigos son los corruptos y los violentos. Esos deben ser los enemigos de todos. Tengo amigos en todas partes y de todas las vertientes ideológicas, porque no juzgo a quien piensa diferente a mí. Desde que esté en democracia, respete las libertades y rechace la violencia, podemos hablar. Enrique y Char son buenos amigos porque fuimos alcaldes al mismo tiempo y nos dedicamos a resolver problemas. Más allá del tema de izquierda o derecha, yo creo que los problemas son problemas, y hay que solucionarlos.

¿O acaso usted va a ser ‘el que diga Uribe’?, ¿cómo es su relación con él y con el Centro Democrático?

Yo con él siempre he tenido una relación respetuosa, como con todos los sectores. No me gusta adelantarme a los hechos. Lo que sí hago es que invito a cualquier sector a que hablemos. Que entendamos que, entre todos, tenemos que avanzar y trabajar. El país no puede seguir dividido y polarizado. Tenemos que mirar adelante. Creo que en lo político tiene que haber nuevas figuras, como en lo empresarial, en los medios de comunicación. Hay nuevas generaciones, hay que bajarle a las susceptibilidades porque, de lo contrario, no vamos a avanzar. Eso sí, garantizando que haya libertades. El proyecto que estoy planteando es este: quienes quieran estar de este lado, les decimos: vengan y construyamos un país para todos.

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