Carolina Corcho, precandidata presidencial, habla de su aspiración: “Hay que replantear la Paz Total”

La exministra de Salud y ahora precandidata presidencial por el Pacto Histórico, Carolina Corcho, sigue insistiendo en que el proyecto de reforma a la salud, congelado en el Congreso, es la salida para la crisis que afronta el país en este sector.

En su paso por El País, habló sobre su programa de gobierno, lo que ella llama obstáculos para el desarrollo de lo prometido por el Gobierno de Gustavo Petro y de cómo, si llega a la Presidencia, planea seguir adelante con el programa de gobierno actual.

Usted es reconocida en todo el país como una de las personas más radicales de la izquierda en Colombia. ¿Qué opina de eso?

Si denunciar la corrupción y el saqueo de recursos públicos de la vida de los colombianos, recursos de los impuestos y los trabajadores, eso es radical, entonces sí soy lo soy.

¿Qué la diferencia de los otros precandidatos del Pacto Histórico?

Compartimos el programa del gobierno, pero yo tengo un manejo que tiene que ver con que participé de la construcción de ese programa, no solo en materia de política pública de salud, sino otros temas, desde ya hace mucho tiempo.

¿Qué opina de la de la aspiración de Iván Cepeda a la Presidencia?

Iván Cepeda es un líder muy importante del progresismo y de la izquierda democrática. Bienvenida su participación en la consulta popular.

¿Cuáles serían sus propuestas de cara a las necesidades del país?

En materia de salud, yo espero que haya sensatez en la Comisión Séptima del Senado y se apruebe la reforma a la salud, que es la solución a la crisis de más de una década, para que haya un control anticorrupción de los recursos y que estos lleguen directamente a clínicas y hospitales, se haga una doble auditoría y un sistema público de información para que haya un sistema de salud preventiva y detección temprana de la enfermedad. Todo esto con el fin de que se dignifiquen un millón de trabajadores y trabajadoras.

Si no se aprueba esa reforma la tenemos que volver a presentar en el Congreso de la República.

También debemos implementar la reforma pensional que ya el presidente Gustavo Petro empezó con el ingreso mínimo vital para alrededor de tres millones de viejos y viejas.

¿Y en los demás aspectos que presentan problemas en el país?

Vamos a continuar adelante con la reforma agraria integral. También tenemos que continuar con la implementación de la reforma laboral y vamos a continuar adelante con la reforma a la educación superior, que es un cambio en la financiación de la educación superior para que la Nación financie institutos técnicos, tecnológicos y universidades públicas.

¿Usted seguiría la política de ‘Paz Total’ en su gobierno?

Hay que replantear la política de ‘Paz Total’. Lo primero que yo haría cuando me posesione es hacer un tablero de control para revisar en qué va cada una de estas negociaciones. Lo segundo que hay que hacer frente a este tema del narcotráfico es revisar la política de sustitución de cultivos.

¿Usted cómo ve el futuro de la reforma a la salud?

Creo que es absolutamente irresponsable que unas mayorías del Senado en la Comisión Séptima obstruyan con maniobras dilatorias, imprecisiones y mentiras, una reforma que ya ha sido concertada, discutida y aprobada en la Cámara de Representantes y que constituye la solución a corto, mediano y largo plazo de la crisis del sistema de salud que lleva más de una década.

¿Qué opina de los constantes remezones ministeriales de este gobierno?

El primer año, el gobierno del Presidente reconoció que se equivocó, porque él -de manera bien intencionada- invitó a algunos ministros a que le ayudaran a construir una transición, un cambio para Colombia. Y estos ministros se dedicaron a sabotear. Esa fue una equivocación en la que se perdió prácticamente un año.

¿Usted cómo ve la elección del magistrado Carlos Camargo?

Allí tenemos unos problemas. Eso es lo que hay que discutir en una reforma a la justicia: cuál es el mecanismo de selección y escogencia de los magistrados de las altas cortes. Porque ese ‘yo te elijo, tú me escoges’ se presta para que esto termine siendo un transaccionismo clientelista. Ese mecanismo obstaculiza la posibilidad de que sean los mejores hombres y mujeres quienes lleguen al alto tribunal.