¿Alfredo Saade le hace bien o mal al Gobierno?; esto opinan expertos

La salida de Alfredo Saade de la jefatura del Despacho de la Presidencia y su suspensión provisional por parte de la Procuraduría abrió otro capítulo de ‘fuego amigo’ dentro del Gobierno Nacional.

Saade acusó al ministro del Interior, Armando Benedetti, de incitar dicha investigación del Ministerio Público y luego lanzó una inédita propuesta de impulsar un ‘fast track’ para un cambio en la Constitución, que permita la reelección inmediata en Colombia.

“Le propongo que usted y su partido analicen mi idea de un ‘fast track’ en el Congreso de la República, para que el expresidente Álvaro Uribe y el presidente Gustavo Petro puedan jugar la gran final en el 2026 siendo candidatos a la Presidencia de la República”, le escribió ayer desde su cuenta de X a la precandidata presidencial por el Centro Democrática María Fernanda Cabal.

Pero, ¿qué hay detrás de este comportamiento del exjefe de Despacho?

Para Álvaro Benedetti, analista político, con este tipo de ideas lo que se busca es “polarizar al máximo, reinstalar a Petro en el ring simbólico con Uribe Vélez, y así reactivar la batalla épica de batalla final en este último año de Gobierno”.

Y aclara que, pese a que con esta propuesta Saade volvió a acaparar los titulares, no es la primera vez que lo hace. Su proceder se remonta a la campaña presidencial del 2022.

Según el analista, se trata de un intento por imponer una agenda mediática que busca beneficiar a Gustavo Petro. Sin embargo, considera que las posiciones del exfuncionario han causado desencuentros en el interior del Gobierno.

Por ejemplo, las declaraciones contra el ministro Benedetti, al que acusó de estar detrás de las investigaciones que inició la Procuraduría en su contra.

“Tú sabes bien cómo la cocinaste en cada visita que hacía el Procurador a Casa de Nariño (...) Mucha gente me informaba de lo perversos que son. No les creí, y por eso acepté el llamado del Presidente, pero estos ataques me fortalecen. Tú me conoces bien”, escribió Saade.

Para el exfuncionario, tanto Armando Benedetti como la excanciller Laura Sanabria tienen “secuestrado al Presidente”.

Ante esto, el Ministro del Interior le dijo ayer a los periodistas: “Ustedes le creen a Saade”.

Según John Mario González, analista político, este tipo de declaraciones son resultado del momento actual de la política en Colombia: “Infortunadamente, en el país la política y las altas posiciones del Estado han perdido todo el lustre”.

Además de profundizar las grietas al interior del Gobierno Nacional, estas acusaciones entre funcionarios, más que favorecer a Petro, terminan por debilitar la credibilidad de la ciudadanía frente a su proyecto político, añadió el analista Álvaro Benedetti.

“En una coyuntura como la colombiana, este ruido siempre será dinamita, pero alimenta a la oposición general, los miedos históricos frente a la izquierda y le otorga munición a la oposición, de cara al 2026”, manifiesta, aunque aclara que este efecto todavía no se siente de manera directa en el presidente Petro.

“Creo que el país comete un enorme error político al darle importancia a las posiciones necias de funcionarios como el señor Saade”, opina González frente al cambio en la agenda que suponen las declaraciones por parte del exfuncionario.

No obstante, para Álvaro Benedetti, en la actualidad, debido a los constantes mensajes altisonantes que otros funcionarios al interior del Gobierno han hecho públicos, la percepción en la ciudadanía ha dejado de gravitar alrededor de dichas ideas:

“La opinión pública es cada vez más consciente de que la izquierda aparece menos como una alternativa de Gobierno y más como un experimento temerario (...) Petro gana con Saade un agitador capaz de mantener viva esa llama de la confrontación, alguien que interpreta el malestar popular y lo traduce en discursos extremos que mueven emociones”.

Mientras tanto, el futuro de Saade en el Gobierno actual es una incógnita, pues, pese a que se le ofreció ser embajador en Brasil, la suspensión por parte del Ministerio Público, dejó en el limbo esa posibilidad.

“Dios conmigo y seré candidato a la Presidencia, recorreré el país y le pediré al poder popular que me ayude a liberar a Petro de las garras perversas que lo mantienen preso y no le han permitido desarrollar su programa de gobierno”, declaró ayer Saade.