La Alianza del Pacífico

En los 10 años que lleva la Alianza del Pacífico, de la cual son miembros activos Colombia, Chile, Perú y México, se han conseguido avances en el proceso de integración regional y trabaja para lograr su expansión con más socios del continente y de Asia.

La lentitud en conseguir varios de los objetivos que se plantearon en un principio, agravada por la parálisis ocasionada por la pandemia, es uno de los puntos débiles del organismo que pretende fortalecer el comercio desde el Pacífico latinoamericano.

Hay resultados para destacar: las exportaciones internas que suman US$16.566 millones o desgravar el 92% de los productos que se comercializan.

La eliminación de visas de turismo y negocios entre los Estados miembros ha permitido una circulación más fluida así como fomentar los programas de intercambio de los que han hecho parte tres mil jóvenes, mientras que el Fondo de Capital Emprendedor ha impulsado la creación de nuevas empresas en la región.

Si bien son avances importantes, luego de diez años de la firma de la Alianza los logros se han quedado cortos y se esperaba que a estas alturas se reflejara en la ampliación de los mercados hacia el resto del Pacífico y un número mayor de países participando de ella.

Y habría que hacer énfasis en la importancia de designar a Cali como la capital de la Alianza del Pacífico por su ubicación estratégica que facilitaría la operación del organismo, otra tarea pendiente que debería atenderse.
​