El pais
SUSCRÍBETE

Editorial

La promesa de semaforizar

Una iniciativa de esta envergadura no puede tener una planificación endeble, como ocurrió.

23 de noviembre de 2024 Por: Editorial
Cali: Semáforos nuevos  y viejos  sin funcionar y en mal estado son  uno de los mayores causantes del caos vehicular de la ciudad. foto José L Guzmán. El País
Cali: Semáforos nuevos y viejos sin funcionar y en mal estado son uno de los mayores causantes del caos vehicular de la ciudad. foto José L Guzmán. El País | Foto: José Luis Guzmán. El País

Ha pasado ya año y medio desde que se le anunció a la ciudadanía caleña el inicio del proyecto de semaforización inteligente, que prometió reducir los tiempos de espera inmersos en el tráfico, descongestionar las calles, mayor seguridad vial y disminuir las emisiones de CO2.

Pero, de momento, esto no solo se ha quedado en un anhelo, sino que los caleños ven a diario cómo los nuevos semáforos ya instalados, de color verde, no les ayudan a agilizar la circulación y muchos aún lucen apagados, al lado de los equipos más antiguos.

La semaforización inteligente es un proyecto que se propuso para Cali en 2020, en los albores de la Administración pasada, con el objetivo de que la red semafórica actuara en función del tráfico que se presentara, al tiempo que promovía una modernización para todo el sistema de la capital vallecaucana; algo urgente, considerando el deterioro que ha sufrido con el paso de las décadas.

Las cifras son claras: cuando comenzó el programa, el 58 % de las 486 intersecciones semafóricas no tenía comunicación con ningún centro de control, es decir que operaban a la antigua, según la programación predefinida en el punto local. Esto todavía se mantiene hoy.

Además, el actual sistema se ha construido durante los últimos 50 años y aún tiene varios equipos que fueron instalados en la década de 1980. Por si fuera poco, la red presenta más de 500 fallas mensuales, que se incrementan con cada temporada invernal, dado que depende por completo del suministro eléctrico de Emcali. Entonces, cuando se va la energía en un barrio, suele irse también en los semáforos de la zona.

El proyecto, por tanto, no es negativo per sé. Por el contrario, traería gran beneficio para la movilidad, esencialmente en horas de mayor flujo de vehículos. Sin embargo, una iniciativa de esta envergadura no puede tener una planificación endeble, como ocurrió.

Al comienzo, la Alcaldía Ospina dijo que instalaría 200 intersecciones semafóricas con la nueva tecnología. Luego, por deficiencias en tiempo y recursos, redujo su meta a 50, pero terminó ese Gobierno y hoy están instaladas algunas, pero ninguna con las características que le darían el apelativo de ‘inteligente’.

En lo corrido de este año, el contrato ha tenido que ser suspendido seis veces porque, por un lado, no cuenta con supervisor ni interventor y, por otro, había falencias en el modelo de interconexión que se diseñó.

El Secretario de Movilidad de Cali le contó a El País que la actual Administración busca continuar con el programa, pero es claro que quedan varios pendientes, tales como contratar la interventoría y adicionar recursos para equipamientos que hacen falta.

Lo cierto es que, a estas alturas, no vale la pena descartarlo, con varios puntos semafóricos ya instalados y miles de millones invertidos. Lo correcto es continuar, pero exigiéndoles a ambos contratistas que ejecuten lo firmado y le cumplan a la ciudad, con la que se comprometieron a entregarle una primera fase de 50 intersecciones de un proyecto que promete mejorar ostensiblemente la movilidad en Cali

Regístrate gratis al boletín diario de noticias

Descarga la APP ElPaís.com.co:
Semana Noticias Google PlaySemana Noticias Apple Store

Te puede gustar

AHORA EN Editorial