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La jugada del Valle

Tuvieron que pasar 23 años para que el Valle del Cauca volviera a izar su bandera en lo más alto del podio de los Juegos Deportivos Nacionales. Con 165 medallas de oro, 17 por encima de Antioquia y 60 más que Bogotá, el departamento se ha sentado de nuevo en el trono.

1 de diciembre de 2019 Por: Editorial .

Tuvieron que pasar 23 años para que el Valle del Cauca volviera a izar su bandera en lo más alto del podio de los Juegos Deportivos Nacionales. Con 165 medallas de oro, 17 por encima de Antioquia y 60 más que Bogotá, el departamento se ha sentado de nuevo en el trono.

No es gratuito este logro del Valle en los Juegos. El resultado, previsto antes de comenzar las justas en Bolívar por los metodólogos de la delegación vallecaucana, obedece a una estrategia que empezó en el mismo instante en que la gobernadora Dilian Francisca Toro asumió su cargo. Ese, al margen de los retos políticos, fue uno de los objetivos que se trazó la funcionaria ayudada, desde luego, por la tarea de Indervalle, con Carlos Felipe López al frente.

Tal estrategia no es otra que el programa ‘Valle, oro puro’, que nació en el 2016 y desde entonces ha invertido ciento diez mil millones de pesos que permitieron no solo ‘repatriar’ grandes figuras del departamento que habían emigrado a otras regiones, impulsadas por las retribuciones económicas que allí encontraron, sino ponerles a los atletas todo lo necesario para facilitarles su competencia. No en vano, los deportistas que estuvieron en Bolívar tuvieron a su lado preparadores físicos, fisioterapeutas, médicos deportólogos, nutricionistas y psicólogos, que los acompañaron en cada prueba. Un factor que en otros tiempos no era tenido en cuenta.

Hay que valorar también el trabajo técnico que hicieron los especialistas del Valle, quienes supieron no solo vaticinar que el departamento ganaría los Juegos con “unas 165 medallas doradas” —justamente las que consiguió—, sino que se fijaron en cada uno de los detalles de la estrategia vallecaucana para regresar al trono, en el que había estado sentado el departamento por última vez en 1996.

Y no podría dejarse de lado el talento de los atletas vallecaucanos. En estos Juegos brillaron los deportistas sobre los cuales estaban fijadas las grandes expectativas para sumar muchos metales dorados, como Luis Javier Mosquera, Juan Manuel Morales, Juan Fernando Ocampo, Isabella Arcila, María Camila Lobón, Johana Viveros y Jhonatan Rivas, para citar solo algunos. Ellos, en deportes como las pesas, la natación y el patinaje, supieron representar al Valle con categoría. La lista es más larga, pero vale tener en cuenta al menos estos ejemplos. Y no menos importante ha sido el relevo generacional de los atletas, gracias al ojo de los técnicos designados por Indervalle para esa tarea.

Este resonante triunfo del Valle del Cauca en los Juegos Nacionales no solo pone feliz al departamento, sino que llena de ilusión a los colombianos por lo que puedan hacer nuestros deportistas en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Colombia ha crecido enormemente en estas competencias y buena parte de ello se lo debe a los atletas vallecaucanos; de manera que el campeonato en Bolívar es clave para seguir cumpliendo con ese objetivo.

Cuando los retos se trazan con seriedad, preparación técnica e inversión económica, es más fácil conseguir los resultados.

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