Contra la inseguridad

De las denuncias a los resultados, así se está desarrollando en Cali y en el Valle del Cauca la lucha contra el crimen organizado y la delincuencia común. No obstante la inseguridad que se vive, los esfuerzos para desmantelar las organizaciones ilegales se están viendo y son ejemplo de lo que se logra cuando hay decisión.

En la capital del departamento, 2900 policías adelantan desde hace varias semanas operativos en los sectores más afectados por delitos como el microtráfico, las vendettas del narcotráfico, el hurto armado o la extorsión. Sus acciones están teniendo efectos positivos como se vio el fin de semana en el barrio Marroquín II del Distrito de Aguablanca donde se demolieron construcciones que eran utilizadas para la venta de estupefacientes o como refugio para el hampa.

La intervención de las autoridades en puntos como el de Marroquín que son nidos de conflicto para la sociedad, se ha repetido en 12 comunas de la ciudad, lo que permitió detener a un centenar de personas sindicadas de diversos delitos o capturadas en flagrancia, incautar 647 kilogramos de drogas ilícitas, recuperar 32 vehículos robados y realizar 23 operativos contra el crimen organizado. Esa es la reacción que se espera de la Fuerza Pública en la búsqueda de devolverle la tranquilidad a la ciudadana, en especial en los sectores más golpeados por la delincuencia.

Así como en la capital del Valle, los resultados se están viendo en otras ciudades del departamento. En Buenaventura el trabajo conjunto entre Policía y Ejército permitió en el último mes realizar movimientos importantes en contra de las organizaciones criminales, como la incautación de varios cargamentos de drogas, uno de ellos de 2,1 toneladas de cocaína y otro de 855 kilos del estupefaciente. Así mismo, se han asestado golpes a las bandas dedicadas a la extorsión y el microtráfico, que serían las responsables de la mayoría de los crímenes que se reportan en la ciudad portuaria. Doce cabecillas de La Local fueron capturadas, con lo que ya suman 300 las detenciones realizadas este año.

Esa es la respuesta esperada por los bonaverenses, que debe ser permanente para garantizar la seguridad en la ciudad más importante del Pacífico colombiano, la cual lleva años asediada por el crimen organizado y sufre las consecuencias de la violencia que éste genera. Es además la forma más efectiva de impedir que se sigan arrebatando vidas o que el delito en cualquiera de sus manifestaciones sea la única alternativa que tienen los jóvenes para sobrevivir a la falta de oportunidades en ese municipio.

El trabajo coordinado entre las fuerzas de seguridad del Estado y las autoridades de municipios y departamentos para conseguir resultados como los que ahora se están viendo, así como la colaboración ciudadana que está llamada a mantenerse alerta y denunciar, son la fórmula para diezmar al crimen organizado y a la delincuencia común en Cali y en el Valle. Y es la manera en que, además de brindar la tranquilidad que reclama la comunidad, se devuelve la confianza de la sociedad en su Fuerza Pública y en quienes deben protegerlos.