¿Quieren acabar con el MÍO?

Lo otro, evitar el colapso total del MÍO porque después de 12 años ha sido imposible que cumpla con las proyecciones iniciales tanto para el negocio como para la ciudad y sus habitantes, es el problema que sí o sí tienen que solucionar Metrocali, el Alcalde, el Gobierno Nacional y los operadores.

GoogleSiga a EL PAÍS en Google Discover y no se pierda las últimas noticias

24 de ago de 2021, 11:40 p. m.

Actualizado el 18 de may de 2023, 07:16 a. m.

Uno no entiende cómo en una ciudad que debía proteger su de por sí frágil sistema masivo de transporte, en un solo día se ataquen 12 buses del MÍO, al fin de semana siguiente otros 18 sean blanco de los destructores y una semana después se sumen 20 más a esa feria del vandalismo.
Peor aún es que nadie diga nada, como si a quienes más les debería doler, que son los caleños, les importara poco lo que pasa con su ciudad. O que la reacción de las autoridades en cabeza del Gobierno Municipal se tarde tanto, con lo que se les sirve en bandeja de plata a los atacantes y a quienes están detrás de ellos, el espacio idóneo para que sigan con su destrucción.

Sobre los autores intelectuales se pueden hacer muchas conjeturas. Como que a quienes más les sirve que el MÍO colapse es a los transportadores piratas, sin duda los más beneficiados con la debacle a la que se está llevando el Sistema de Transporte Masivo de Cali. Si antes de la pandemia el problema con ellos ya era complicado de manejar y no había pie de fuerza suficiente para impedir que funcionaran, con la pandemia el asunto se tornó grave.

Menos buses prestando el servicio, restricciones en el número de usuarios que se podían transportar, el temor de las aglomeraciones en las estaciones, todo ello sirvió de impulso a los piratas que se tomaron las calles de Cali, sin esconderse, sin que les diera miedo la autoridad ni mucho menos las sanciones. Y desde el paro del 28 de abril, contados los 50 días con sus bloqueos y desmanes, ya no hubo marcha atrás porque qué podían hacer decenas de miles de caleños que tenían que llegar a sus trabajos o ir a la consulta médica que no daba espera o tratar de abastecerse en algún mercado, si no abordar el carro pirata o el moto ratón.

Si de hipótesis hablamos, también se podría pensar que lo del vandalismo desatado contra el MÍO es cosa de esas fuerzas oscuras -llámense narcotráfico, bandas criminales, guerrilla, disidencias, ¿intereses políticos?- que buscan desestabilizar a Cali. Porque no nos metamos mentiras, aquí hay plan para hacer que en la principal ciudad del suroccidente del país reine el caos, los ciudadanos se peleen unos con otros por aquella excusa manida de la lucha de clases, se acabe la confianza y se rechace a la Fuerza Pública y a la autoridad en general para que se imponga la anarquía. Y acabar con el transporte masivo ayuda en ese propósito maligno.

Seguir con las elucubraciones puede llevar por caminos que sorprendan y asusten, por eso lo mejor es dejarle la tarea de descubrir a los culpables a quien tiene la responsabilidad de hacerlo. Ojalá esa fuerza especial que se conformó y comienza a operar esta semana logre su propósito de proteger a todo el sistema de transporte masivo de Cali y cuidar los buses, cada vez menos, que salen a prestarle el servicio a los, cada vez menos también, usuarios que aún lo tienen como opción para movilizarse.

Y ojalá que a los caleños nos duela aunque sea un poco lo que sucede con el MÍO, al que deberíamos sentir nuestro por el significado que tiene para la ciudad y su desarrollo, y apoyemos la labor de las autoridades denunciando si vemos que alguien ataca sus buses.

Lo otro, evitar el colapso total del MÍO porque después de 12 años ha sido imposible que cumpla con las proyecciones iniciales tanto para el negocio como para la ciudad y sus habitantes, es el problema que sí o sí tienen que solucionar Metrocali, el Alcalde, el Gobierno Nacional y los operadores.

No vaya a ser que entre los ataques, el transporte pirata, los intereses oscuros, la falta de decisiones y el desinterés ciudadano, Cali termine sin su Servicio de Transporte Masivo y teniendo un retroceso de décadas en su aspiración de ser una ciudad ordenada, moderna y con el desarrollo que se merecen sus ciudadanos.
Sigue en Twitter @Veperea

Directora de El País, estudió comunicación social y periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana. Está vinculada al diario EL País desde 1992 primero como periodista política, luego como editora internacional y durante cerca de 20 años como editora de Opinión. Desde agosto de 2023 es la directora de El País.

Regístrate gratis al boletín de noticias El País

Descarga la APP ElPaís.com.co:
Semana Noticias Google PlaySemana Noticias Apple Store

AHORA EN Vicky Perea Garcia