¿Qué caminos tiene la oposición hacia la unidad?

Desde este mismo espacio, la semana pasada escribí sobre la necesidad de que diferentes sectores de la oposición construyan unidad. Cuatro meses antes de las elecciones legislativas y a seis meses de las presidenciales, hay que decir que la ruta de la división es el peor de los caminos posibles.

Los votantes de los sectores que integran la oposición al gobierno Petro, tan diversa y heterogénea como es posible pensar, ven con natural temor la llegada de la temporada electoral con treinta o cuarenta precandidatos de su sector político. Pero la lista ya ha empezado a decantarse. Lo importante, ahora, es apostarle a candidaturas que puedan unir a todo el país y construir un programa político lejano de los extremismos y las revanchas. Ojalá que a Colombia vuelva a gobernarla un estadista, lejos de las modas del caudillismo y la tendencia global de los payasos que juegan a ser ‘outsiders’ en la política.

La conclusión de la columna que publiqué la semana pasada es que es imposible que toda la oposición al petrismo, que abarca desde la derecha más radical hasta el desilusionado centro-izquierda, encuentre a un candidato único capaz de representarla en su totalidad. Nadie abarca un electorado tan amplio como para representar a un sector tan amplio, ni los partidos políticos tienen la capacidad de llegar a un acuerdo tan ambicioso.

Pero sí es posible llegar a un panorama en que al menos tres o cuatro caras visibles de la oposición al gobierno Petro representen a sus sectores políticos y lleguen a la primera vuelta a enfrentar al Pacto Histórico en las urnas. Algunas orillas ya han empezado a ponerse de acuerdo en el camino para construir sus mecanismos para escoger candidatos únicos. En el Centro Democrático, en la hora que escribo esta columna, dos de los precandidatos han anunciado el retiro de sus aspiraciones presidenciales. Será esencial que el candidato de este partido también consiga estar alineado en una posible consulta presidencial con otros candidatos de la derecha.

Hay una segunda consulta que comienza a tomar forma, con nombres como los de Juan Manuel Galán, David Luna y Mauricio Cárdenas, quienes representan a un sector moderado de la oposición. Al mismo tiempo, crecen las opciones de que un grupo de políticos de partidos tradicionales y exalcaldes y gobernadores que aspiran a la presidencia lideren su propia consulta el día de las elecciones legislativas. La cuarta vertiente de la oposición al petrismo, que tampoco ha tomado una decisión, es la del sector de centro-izquierda, con partidos como Dignidad y Compromiso, que ha sido uno de los más visibles críticos del gobierno nacional.

Por lo anterior, es posible pensar que la oposición al gobierno Petro irá decantando sus listas de aspirantes a la presidencia en las semanas y meses entrantes, hasta llegar a un número cercano a cuatro candidaturas representativas de sus distintas orillas. A su vez, es esencial que los precandidatos que menos intención de voto registran evalúen retirar sus postulaciones y aspiren a construir una voz en el Congreso.

El camino de las consultas y las encuestas para seleccionar los candidatos de cada partido debe seguir tomando forma con creciente urgencia. Pero más allá de buscar el ‘cómo’, la pregunta clave que debe hacerse la oposición es ‘quién’. Si el objetivo es conquistar todos los votos de los críticos del petrismo en una segunda vuelta, la sensatez, el conocimiento del estado y la capacidad de construir alianzas son valores que deberían ser prioridades a la hora de escoger candidatos. El país no merece repetir la historia de una segunda vuelta para escoger entre la payasada disfrazada de ‘outsider’ y el extremismo de izquierda.

@fernandoposada_