ProPacífico: 10 años con visión de futuro

En el Valle del Cauca solemos hablar de nuestros problemas y crisis con más frecuencia que de nuestras fortalezas. Durante décadas, la violencia, la falta de planeación, la fragmentación institucional y los malos gobiernos nos condenaron a un pesimismo colectivo que parecía inevitable. Sin embargo, en medio de ese panorama emergió una organización que se ha convertido en símbolo de una nueva manera de construir futuro bajo el concepto de articulación público-privada. ProPacífico, que celebra 10 años, renació en el 2015 inspirada en experiencias como Proantioquia, Probogotá y Probarranquilla, para suplir la ausencia de una instancia técnica, independiente y articuladora que pusiera al sector empresarial, la academia, la sociedad civil y el Estado a construir conjuntamente.

Uno de los mayores aportes de ProPacífico ha sido estructurar una agenda regional de desarrollo con 4 ejes principales (social, ambiental, infraestructura, planeación territorial) que trascendiera los ciclos políticos de corto plazo. Gracias a la credibilidad que se ha ganado, ha logrado tener un tablero de control de los proyectos claves para nuestro departamento, y a su vez gestionar diversas iniciativas de la mano de Congresistas, gobernadores, alcaldes, instituciones cívicas y empresas privadas. Entre ellos se encuentra el Tren de Cercanías, la nueva malla vial del Valle del Cauca, la doble calzada Buga–Buenaventura y el corredor Cali–Rumichaca entre otros; así como la construcción de un escenario deportivo y cultural en Buenaventura, que se convertirá en la primera obra por impuestos de infraestructura deportiva financiada bajo este mecanismo en Colombia.

Durante la pandemia, desde ProPacífico surgió Compromiso Valle, movilizando a hoy más de 77.000 participantes, sumando inversiones privadas por $148.000 millones y articulando 10 organizaciones gestoras para que sea una realidad que 4043 jóvenes accedan a un empleo formal, se fortalezcan 25.000 emprendimientos y 2400 personas reciban formación en liderazgo, entre otras acciones.

Más allá de los proyectos específicos y la coyuntura local, la experiencia de ProPacífico refleja una tendencia que organismos multilaterales han subrayado: el fortalecimiento del nivel subnacional como clave para el desarrollo de América Latina.

El Banco de Desarrollo de América Latina, CAF, sostiene que gobiernos y organizaciones regionales son quienes tienen la capacidad de brindar ‘soluciones cercanas’, respuestas más rápidas y pertinentes a las demandas de los ciudadanos y a las brechas históricas de desigualdad. Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, insiste en que la descentralización no se limita a delegar funciones desde la nación hacia los territorios. Requiere fortalecer capacidades técnicas, fiscales y de gobernanza local, además de articular a la sociedad civil y al sector privado. Solo así, municipios, departamentos y regiones pueden convertirse en verdaderos motores de bienestar y no en simples ejecutores de políticas diseñadas desde la capital.

Hablar del Valle hoy no es lo mismo que hace una década. La narrativa ya no está monopolizada por los mismos actores. Hoy hablamos de innovación, proyectos estratégicos, crecimiento y biodiversidad. El resurgir del Valle no ha sido producto del azar, sino del esfuerzo coordinado de múltiples actores, en especial el sector privado, que volvió a asumir su rol de liderazgo en el futuro de nuestra región para superar la fragmentación y la desconfianza.