Columnista
Oda a la bicicleta
La cultura de la bicicleta ha tomado las rutas de las ciudades, pueblos y veredas.
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1 de dic de 2025, 01:07 a. m.
Actualizado el 1 de dic de 2025, 01:07 a. m.
Una tía materna me regaló una bicicleta que era de un primo que ya no la usaba. La recibí en malas condiciones y la llevamos a arreglar donde un señor llamado Salvador, que hacía honor a su nombre. La disfrutamos en mi niñez con mi primo Gonzalo Mendoza (QEPD), mi fiel compañero.
Mi papá tenía una bicicleta que utilizaba para movilizarse antes de tener el inefable Land Rover descapotado, sin puertas, al que nosotros llamábamos El Diablo porque, además de no tener puertas, era escaso de frenos y hacía un calor insoportable. Desde esa época me han fascinado las bicicletas. Fui fanático de la transmisión de las Vueltas a Colombia; no me perdía ninguna etapa que narraba el mítico locutor Carlos Arturo Rueda (‘El Campeón’), ni los comentarios del argentino afincado en Colombia Julio Arrastía Brica.
Mi ídolo de esa época era Ramón Hoyos Vallejo, de Marinilla, Antioquia. Posteriormente, al retiro de este ciclista, apareció otro ídolo para mí: Martín ‘Cochise’ Rodríguez. He admirado a los ciclistas colombianos en todas sus épocas. En tiempos más recientes, a Lucho Herrera, Fabio Parra y Nairo Quintana. Escuchaba la Vuelta a España y el Tour de Francia cuando la atrapante medicina me dejaba un espacio.
Aquí en Cali tengo dos amigos que son verdaderos eruditos en el tema: Jairo Chávez Ávila y Carlos Alberto Lenis.
La paternidad de la bicicleta se le atribuye al barón alemán Karl Drais en 1785. La construcción de la primera bicicleta con pedales se le atribuye al escocés Kirkpatrick Macmillan en 1839. Al indagar sobre la historia de las bicicletas, nos encontramos con dos de los antepasados más notables, entre ellos el diseño de una bicicleta moderna hallado en un manuscrito de Leonardo da Vinci. A nadie sorprendió que un genio que había imaginado tantas máquinas tuviera también participación en la invención de la bicicleta, y pronto se asumió que esta era una muestra más de su excepcional talento. Sin embargo, la dicha duró poco menos de veinte años, pues un investigador descubrió que se trataba de una falsificación.
Las primeras carreras de bicicletas se llevaron a cabo en París en 1868. Las bicicletas han sido medio de transporte en diferentes países, empezando por China en los años 50 del siglo pasado. Sin embargo, el país que bate el récord es Holanda, donde la proporción de habitantes por bicicleta es de uno a uno, lo que significa que hay más bicicletas que personas.
La cultura de la bicicleta ha tomado las rutas de las ciudades, pueblos y veredas. El arte, la música y el cine se han impregnado de sus historias. Es fantástica la película La novicia rebelde, donde los paseos en bicicleta son de una belleza inconmensurable. Pero la película más famosa donde la bicicleta tiene un papel fundamental, y que he visto muchas veces, es El ladrón de bicicletas. Otro ícono del cine donde la bicicleta es protagonista es El cartero (Il Postino).
Diferentes poetas y escritores le han dedicado innumerables letras a este caballito de acero. En Colombia, las ciudades que más han tenido bicicletas son Lorica y Palmira, aunque hoy muchas de ellas han sido reemplazadas por las incontrolables motos.
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