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África en Colombia

Pueblo que se niega a reconocer su historia está condenado al fracaso

13 de noviembre de 2017 Por: Miky Calero

Del gran continente africano fueron traídos millones de esclavos al continente americano. Salieron muchos y llegaron pocos, morían por enfermedades en el camino o se suicidaban. Sacados de diferentes tribus, con costumbres y culturas muy distintas. Algunos pertenecientes a castas con mucho conocimiento ancestral y de linajes muy cultos. Grandes hombres y mujeres que fueron violentamente desarraigados de su tierra a una tierra desconocida, que había sido poblada por indígenas que diezmados por los conquistadores ya no eran una fuerza laboral importante. Había que traerla de afuera.

Triste decirlo pero esa es la historia.

Me puse a investigar un poco sobre las negros (la palabra negros es tan bella como la palabra blancos) del Valle y del Cauca, ¿de dónde vinieron?, ¿cómo llegaron?, ¿quiénes los trajeron? Y esto es lo que pude encontrar. Todo esto sucedió aproximadamente en el siglo dieciséis.

Villa Rica actualmente es un pueblo con una concentración de afrodescendientes muy grande, cuando paseo por sus calles, me encuentro un blanco en muy pocas ocasiones. Los esclavos fueron traídos a trabajar en las haciendas Japio, Quintero y la Bolsa, perteneciente esta a uno de mis antepasados el señor Julio Arboleda, ¡vergüenza total! Pido disculpas cuatro siglos después. Otras reconocidas familias que también utilizaron fuerza laboral africana fueron los Mosquera y los Valencia. Al norte del Cauca en estas haciendas se empezó a desarrollar el cultivo de la caña de azúcar y arriba de Caloto una gran mina de oro.

En las fincas se construían Capillas Doctrineras a donde se bautizaban a los esclavos y se les despojaba de sus creencias ancestrales para que por medio de la religión pudieran ser más fácil su sometimiento.

En el siglo dieciocho los Arboledas venden parte de sus haciendas a la familia Mera y para ese entonces se empieza la abolición de las esclavitud, muchos de los ‘cimarrones’ o esclavos libres empiezan a vivir en sus pequeñas parcelas o palenques por todo el Valle del Gran Río Cauca, siembran frutales, yuca, plátano y tienen sus animales, gallinas cerdos y vacas para su sustento.

A finales del siglo dieciocho y principio del diecinueve coge fuerza la industria y el Valle se convierte en una gran extensión de cultivo de Caña de azúcar, en ese momento cambian los actores, familias como los Eder, los Caicedo y los Garcés, entran en escena. Entonces la fuerza laboral ya no proviene de esclavos sino de los colonos negros a quienes se les paga por su trabajo. Poco a poco esas pequeñas parcelas, propiedad legítima de esos negros, son compradas por bajo precio por los terratenientes e incorporadas a las grandes extensiones de tierra de los actuales ingenios azucareros.

Pueblo que se niega a reconocer su historia está condenado al fracaso. Como se me acabó el papel para escribir daré continuación a mis investigaciones en una próxima columna.