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Migrar: ¿Sí o no?

Cuando digo que migrar es una experiencia única para cada persona, me refiero a que no todos salimos de Colombia con las mismas ilusiones y situaciones...

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Daniel Molina Durango

9 de oct de 2025, 01:46 a. m.

Actualizado el 9 de oct de 2025, 01:46 a. m.

Por diferentes razones, desde la falta de oportunidades laborales hasta las ganas de vivir nuevas experiencias, son muchos los colombianos que deciden migrar. Según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores, hay más de cuatro millones de compatriotas repartidos de manera legal a lo largo del mundo, mientras que Migración Colombia, en un informe, aseguró que en 2024 más de 1000 personas abandonaron cada día el país con la esperanza de residir en el extranjero.

Lo primero que hay que decir respecto al tema de si vale la pena migrar, es que esta es una aventura única, y que lo que usted vivirá será muy diferente a lo que vivió su familiar, su tío, sus padres o su amigo. Lo que pasa es que hoy en día en las redes sociales vemos montones de videos que nos hacen caer en la trampa real que tiene la experiencia de vivir en el exterior: romantizarla o satanizarla.

Porque, desde los reels de Instagram o de Tik Tok siempre escuchamos los ejemplos extremos: el del amigo que se fue y, supuestamente, en poco tiempo se forró en dinero; o el del compadre al que nada le salió y se devolvió aburrido, asegurando que no hay nada como la ‘tierrita’. En realidad, muchas veces a usted puede que no le suceda ni lo uno ni lo otro.

Cuando digo que migrar es una experiencia única para cada persona, me refiero a que no todos salimos de Colombia con las mismas ilusiones y situaciones: su vivencia dependerá mucho del destino que escoja, de su meta real y, sobre todo, de si usted tiene la manera de vivir de forma legal o no en el país que eligió. Todos esos son factores a preguntarse antes de dar un paso tan importante.

El otro peligro, sin duda alguna, es caer en el juego de querer complacer expectativas ajenas: la del familiar que cree que porque estás en el exterior le debes mandar dinero; la del conocido que te pregunta cuánta plata ganas o la del curioso que indaga constantemente si estás feliz o no.

Por experiencia propia solo puedo decir que migrar es algo tan único y transformador, que es difícil encontrar palabras para describirlo con precisión. Es crecer, conocer y, en muchos casos, florecer, pero también es extrañar y dejar atrás pieles y ropas que ya no te calzan. Y el resultado de esto no se mide por conseguir una casa, un carro o fotos increíbles: se mide por lo que aprendiste a evolucionar. Y probar la experiencia y regresar a Colombia porque aprendiste a valorar lo que tenías, es tan meritorio y válido como quedarse a abrir nuevos caminos.

Así que, si tiene en la mente y en el corazón la idea de migrar, libérese de expectativas y aventúrese a vivir una etapa inolvidable y llena de aprendizajes.

Periodista apasionado por los deportes, los goles, la literatura y la redacción digital. Vinculado a mi casa, El País, desde el 2013.

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