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La polarización de la ciencia

Las crisis que han aquejado al mundo han traído como consecuencia efectos colaterales en sus distintos momentos históricos.

16 de junio de 2020 Por: Mario Carvajal Cabal

Las crisis que han aquejado al mundo han traído como consecuencia efectos colaterales en sus distintos momentos históricos. La gran depresión de los años 30, según Francis Fukuyama en un artículo de Foreign Affairs, causó el surgimiento de gobiernos nacionalistas y fascistas, condiciones necesarias para que se diera la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, según Fukuyama, de la depresión también surgió el asentamiento de Estados Unidos como potencia mundial, y lo que Roosevelt denominó el “new deal”. Este último fue una serie de políticas públicas diseñadas para aumentar la actividad económica en un país enfrentando la crisis económica más devastadora de su historia.

Teniendo esto en cuenta, la pandemia que hoy aqueja al mundo, sin duda ha sido acompañada por efectos devastadores como el aumento del desempleo, la muerte de miles de personas alrededor del mundo, la pérdida de sustento económico o de subsistencia para las personas, entre otros, que han agudizado la crisis socioeconómica en el país. No obstante, esta pandemia también ha demostrado que, quienes han logrado enfrentar esta crisis de manera efectiva, son aquellas naciones que, entre otras cosas, no tienen una población e instituciones políticas ampliamente polarizadas.

Alrededor del mundo, uno de los factores comunes entre los países que han logrado mitigar los efectos del Covid-19, ha sido que sus sociedades no han polarizado las recomendaciones hechas por epidemiólogos o mandatarios locales y nacionales. Aquellos gobiernos que han trabajado de manera unificada, utilizando un discurso basado en consensos y de responsabilidad colectiva, han sido los que han logrado controlar el coronavirus.

Ahora, existen otros factores que influyen en la eficacia de enfrentar este nuevo coronavirus, como la capacidad del Estado para proveer a su población de un sistema de salud adecuado a nivel nacional, que le permita no desbordar su capacidad hospitalaria, al igual que una política fiscal y monetaria que le dé liquidez en estos momentos.

No obstante, la pandemia ha demostrado que las sociedades más polarizadas, como la nuestra, han visto el número de infectados aumentar de manera exponencial. Un ejemplo que expone Fukuyama es el accionar de Trump durante la emergencia.

El Presidente estadounidense, de manera constante, ha utilizado la emergencia como arma política para su campaña de reelección, poniendo en riesgo la vida de sus ciudadanos. Trump ha abogado abiertamente para que los ciudadanos violen las cuarentenas impuestas en Estados donde el gobernador es demócrata. De igual forma, abiertamente contradice a miembros de su propio equipo de científicos, recomendando tratamientos médicos sin tener pruebas contundentes de su eficacia en enfrentar el virus, al igual que afirmando que los casos irían disminuyendo, cuando la tendencia era claramente la contraria.

Está claro que el coronavirus nos afecta a todos y que, tanto políticos, como medios de comunicación, empresas, ciudadanos, entre otros, debemos evitar politizar las medidas para enfrentarlo. Los líderes locales, regionales y nacionales, deben buscar unificar esfuerzos para combatir la pandemia y sus efectos, sin buscar réditos políticos, y nosotros los ciudadanos tenemos que ayudarnos y poner de nuestra parte para enfrentar el Covid-19. De lo contrario, los casos seguirán incrementando, y las medidas cada vez más severas.

Sigue en Twitter @Mariocarvajal9C

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