La hora del Pacífico
La región Pacífico, con Cali como epicentro, será el laboratorio en el que se medirán las promesas electorales de Gustavo Petro
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11 de ago de 2022, 11:50 p. m.
Actualizado el 18 de may de 2023, 04:50 a. m.
El mensaje del presidente Gustavo Petro en la Cumbre de Alcaldes y Alcaldesas del Pacífico, convocada en buena hora por Jorge Iván Ospina en Cali, fue claro: la prioridad en su gobierno serán las regiones más desiguales del país, donde el Estado no ha llegado y empezará por el litoral Pacífico y sus pueblos enterrados en un denigrante abandono.
De allí que su primer viaje como gobernante fue a Cali, la capital del Pacífico. No solo no olvidó sino que reconoció que en su victoria estaban más que presentes ese 67% de los votantes vallecaucanos junto al 80% de los nariñenses y el 82% los chocoanos que lo escogieron. Y escuchándolos se entiende por qué: Gustavo Petro les sembró esperanza. Esperanza de cambio, tal como lo expresaron uno a uno de los alcaldes presentes en la Cumbre, quienes describieron la precariedad de sus municipios acorralados por las mafias y hundidos en una crisis humanitaria para a renglón seguido dejar en claro su apuesta a un futuro al que le ponen fecha: el 7 de agosto del 2022.
El compromiso es monumental y a juzgar no solo por el discurso pareciera que va en serio. El Presidente se presentó con seis ministros pero además le entregó a la vicepresidenta Francia Márquez, quien también llegó a la cita con los alcaldes del Pacífico, la responsabilidad del seguimiento a los nuevos compromisos y a los incumplidos por el gobierno anterior derivados de los paros cívicos de Buenaventura y el Choco, departamento éste a donde además llegó el Presidente en su segundo viaje, este miércoles 11, a presidir un consejo de seguridad y realizar un recorrido por las obras inconclusas, los elefantes blancos que se han comido ingentes presupuestos derrochados en corrupción.
Escuchar de viva voz a los 67 gobernantes locales, muchos de ellos provenientes de municipios perdidos entre la exuberante vegetación, da claves para entender la arrasadora votación por el Pacto Histórico. La desidia del gobierno Duque, quien nunca entendió qué país estaba gobernando, desconocedor como ninguno otro del territorio y quien mentalmente nunca desempacó maletas ni le puso distancia a la tecnocracia de Washington a donde regresó, provoca indignación y rabia.
Los billones de derivados del Acuerdo de paz nunca llegaron y la violencia azota con más rudeza a unos gobernantes solitarios que plantean con desespero y sin titubeos la urgencia de la paz total, sin que nadie sepa muy bien esto de que se trata. Urgen cualquier salida que le cambie la cara a ese infierno que tiene un solo nombre: coca.
El presidente Petro plantea un libreto nuevo. Gobernar desde las regiones y no solo escuchándolas sino priorizándolas en presupuesto y ejecución a través de diálogos regionales que serán vinculantes de cara a la construcción del Plan de Desarrollo. La relación del gobierno central con los territorios más vulnerados promete ser distinta, con una política social más igualitaria, con especial atención en aquellos que no han conocido la palabra oportunidad.
La región Pacífico, con Cali como epicentro, será el laboratorio en el que se medirán las promesas electorales de Gustavo Petro y su capacidad transformadora de la conflictiva realidad que fue la gasolina del estallido social de mayo del 2021 y que marcó la ruta política que lo llevó a la Presidencia. Amanecerá y veremos.
Sigue en Twitter @elvira_bonilla

Directora de El País, estudió comunicación social y periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana. Está vinculada al diario EL País desde 1992 primero como periodista política, luego como editora internacional y durante cerca de 20 años como editora de Opinión. Desde agosto de 2023 es la directora de El País.
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