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Mario Fernando Prado

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Los ochenta de Lucho

Me contestó con su sonrisa de siempre, que no había vendido ni una sola, pero que, en cambio, le había comprado a otros luthiers 3 guitarras porque estaban muy vaciados.

24 de noviembre de 2023 Por: Mario Fernando Prado

“Se murió Lucho. Se lo llevó el covid”. Ese correo me llegó en cualquier madrugada de la pandemia y de inmediato evoqué a ese cantautor de más de 400 canciones, tiplista y luthier -fabricante artesanal de instrumentos musicales-. Me vinieron a la memoria algunas de sus composiciones como ‘Ojos de yo no sé qué’, ‘Vivir cantando’ y ‘Cuando callábamos’ y al rayar el alba medio las toqué, porque los pasillos y los bambucos no son mi fuerte.

Recordé el dúo Lucho y Nilhem que se hizo famoso en la pequeña bohemia de esa Cali que tanto añoramos. Me perdí en esas evocaciones de tantas veladas musicales, escuchándolos y disfrutando de su bonhomia y su queridura, como también de los muchísimos premios que obtuvo en el Mono Núñez y todos los festivales y encuentros folclóricos de este país.

Me dije entonces, Luchito se merece una columna de esas que le salen a una del alma y me metí en internet y aún no ‘habían subido’ su deceso. Volvieron a mi memoria sus presentaciones exitosas en el Auditoriorium de Chicago, en el Kennedy Center de Washington y la entrega de las llaves de la ciudad de Michigan por parte de su alcalde, así como sus presentaciones en el Miami International Guitar Festival.

Como olvidar la vez que fuimos al Mono Núñez y llevamos doce guitarras para vender y cuando regresamos aparecieron 15 instrumentos. ¿Qué pasó? Le pregunté y me contestó con su sonrisa de siempre, que no había vendido ni una sola, pero que, en cambio, le había comprado a otros luthiers 3 guitarras porque estaban muy vaciados.

Ese detalle me acercó aún más a este maestro de la generosidad, reconocido por los actos de solidaridad que siempre le han caracterizado, desprendido no solo de los bienes de fortuna, sino de las figuraciones y la efímera fama.

Menos mal que al clarear el día supe que se había tratado de una ‘fake news’ y que estaba muy, pero muy mal en un hospital de Miami, pero que seguía respirando. Su recuperación tardó mucho tiempo porque además se le atravesó una Guillain-Barré que por poco se lo lleva, paralizándole, entre otras cosas, sus piernas y sus manos.

Gracias a un grupo de buenos médicos y a una fuerza de voluntad inquebrantable aprendió de nuevo a caminar y a recuperar la destreza en sus dedos y hoy está hecho un lucero. En el pasado MF y sus amigos que realizamos hoy hace 15 días en Chipichape se ganó los merecidos aplausos del respetable con una interpretación memorable.

Pues bien, Luis María Vergara Gómez se alista para cumplir sus primeros 80 con una celebración este 5 de diciembre en la Sala Beethoven, en la que sus amigos de tantos y tantos años le cantaran a este ser humano excepcional, considerado uno de los mejores y más prolíficos compositores del folclore andino colombiano y quizás el más laureado de los intérpretes de tiple a nivel nacional, además de consagrado constructor de los mismos. ¡Felicitaciones, maestro querido!

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