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Líneas rojas

El gobierno del Ecuador traspasó una línea roja al apresar al personaje asilado y la condena de la comunidad internacional será abrumadora.

29 de abril de 2024 Por: José Félix Escobar

La expresión se ha extendido y es ampliamente utilizada para señalar aquellas acciones que no se deben realizar, aquellos principios que no se deben violentar y aquellas áreas que no es permitido invadir. En pocas palabras, las líneas rojas enmarcan las normas que caracterizan nuestra civilización democrática.

Por todos es conocido que a nivel internacional las sedes diplomáticas son prolongaciones extraterritoriales del país representado. De aquí que la República del Ecuador no encuentre justificación ninguna por haber invadido con fuerzas policiales la sede de la embajada de México en Quito. A un político ecuatoriano le había sido concedido asilo por parte del Estado mexicano y, sin embargo, los ecuatorianos fueron por él y lo sacaron de la sede diplomática en forma violenta.

No importa la clase de bribón de que se trate. El gobierno del Ecuador traspasó una línea roja al apresar al personaje asilado y la condena de la comunidad internacional será abrumadora. La primera consecuencia fue la ruptura de las relaciones diplomáticas entre México y Ecuador, hecho que viene a sumarse a la preocupante lista de eventos que reflejan la creciente falta de armonía entre países latinoamericanos.

A un desertor venezolano le concedieron asilo en Chile. Pues hasta allá llegaron individuos afines al chavismo, suplantaron autoridades chilenas para llevarse contra su voluntad al desertor, quien a los pocos días apareció muerto. Varias líneas rojas se transgredieron en este gravísimo caso. El presidente chileno Gabriel Boric protestó con toda la razón por estas actuaciones violatoria de la soberanía de su país.

Gran sorpresa ha causado la reacción de los seguidores del partido republicano en los Estados Unidos. A pesar de sus constantes violaciones al orden legal, el candidato Donald Trump continúa firme y en el último sondeo del ‘Wall Street Journal’ aventaja por un pequeño margen al presidente Joe Biden.

Pareciera que a los seguidores de Trump poco les importa la defensa de los valores democráticos, pues siguen fieles a un candidato que viola una línea roja tras otra. Sin embargo, ha emergido una nueva figura que hace carrera como candidato independiente y que puede en últimas decidir la elección: se trata de Robert F Kennedy Jr. A quien apoye Kennedy, ese ganará.

También a nivel nacional los colombianos hemos observado con asombro cómo una y otra vez se traspasan líneas rojas. Para tristeza de quienes creemos en las instituciones, ha sido el propio presidente de la República el encargado de arremeter contra ellas.

Difícilmente se olvidarán los esfuerzos de Gustavo Petro por revolver las cosas, que no cambiarlas. Quien juró defender la Constitución de 1991 al posesionarse en su cargo, mal puede ahora lanzar curiosas modalidades de reforma de la Carta. Los modos de implementar cambios en la Constitución están previstos en ella misma y a ellos debe acogerse quién juró defenderla.

La pugnacidad de Petro contra todo lo que se oponga a sus designios no refleja un talante democrático. Ahora la ha emprendido contra el Congreso de la República, generando una vertical reacción del presidente del Senado Iván Name. Cabe recordar a Petro la frase de prestigioso académico Ralf Dahrendorf: “Cuando a los políticos se les acaban las ideas, se ponen a hacer o modificar una Constitución”.

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