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La FAI
El proyecto de reforma incluía la creación de dos facultades nuevas, la de Derecho y Ciencias Políticas y la de Artes. Sin ellas, Univalle resultaba una universidad incompleta, a la que faltaban dos áreas fundamentales del saber.
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5 de dic de 2025, 02:50 a. m.
Actualizado el 5 de dic de 2025, 02:51 a. m.
La Facultad de Artes Integradas de la Universidad del Valle cumple 30 años y la celebración del cumpleaños me trae de golpe a la memoria el tiempo en el que contribuí a su fundación. Lo hice desempeñando un cargo insólito, el de ‘decano gestor’, producto de la fértil imaginación de Jaime Galarza Sanclemente. Él había sido elegido rector de Univalle por su promesa de realizar una ‘reforma académica’ destinada a cambiar radicalmente la estructura académica de la misma. Una estructura tributaria del Informe Atcon sobre el estado del sistema universitario colombiano, que ofrecía como alternativa de modernización del mismo, un modelo de clara inspiración estadounidense.
La reforma académica propuesta por Galarza era, por el contrario, una versión sui generis del modelo universitario alemán acuñado por Alexander von Humboldt, por lo que no era una sorpresa que su principal defensor fuera el finado profesor Augusto Díaz Saldaña, doctorado en Historia por la venerable Universidad de Leipzig.
El proyecto de reforma incluía la creación de dos facultades nuevas, la de Derecho y Ciencias Políticas y la de Artes. Sin ellas, Univalle resultaba una universidad incompleta, a la que faltaban dos áreas fundamentales del saber. Galarza pensó que yo era la persona que podría hacerme cargo de la fundación de la facultad de arte, dada mi doble condición de arquitecto y crítico de arte, esta última disciplina que por entonces ejercía en los medios generales y especializados más importantes de España.
Acepté su llamado, vine a Cali y me puse manos a la obra. Descubrí, en primer lugar, que la idea básica de Galarza era reunir en la nueva facultad estas unidades académicas ya existentes: la facultad de arquitectura y los departamentos de comunicación social y teatro. Que su idea ya estaba siendo discutida por los profesores vinculados a las mismas y que había fuertes discrepancias sobre cuál debía ser la estructura académica de la nueva facultad.
La oposición más decidida a mis planes la ofreció el arquitecto Álvaro Thomas, quien pretendía que la facultad de arquitectura se convirtiera en facultad de diseño. Creía el diseño como una disciplina universal. Mis principales aliados fueron el profesor Díaz y el arquitecto Benjamín Barney y, desde luego, el rector Jaime Galarza. Gracias a ellos, y contando con el apoyo de los consejos académico y superior, se logró la aprobación de mi proyecto de la FAI hace 30 años.

Historiador y crítico de arte. Profesor de la Unviersidad Europea de Madrid y corresponsal de la revista ArtNexus en España. Es columnista del diario El Pais de Cali desde 1994.
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