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Pelando la naranja

‘Pelar’ a fondo las oportunidades de la Economía Naranja es una apuesta firme que, sin duda, traerá bienestar y crecimiento al país

4 de octubre de 2019 Por: Vicky Perea García

La industria culturales y creativas, o de Economía Naranja, representan alrededor del 3% del PIB mundial y han exhibido una tasa de crecimiento promedio anual superior al 7% en el tamaño del mercado global de bienes y servicios.

Su relevancia se ha cimentado en las oportunidades que representan, convirtiéndose en foco de políticas públicas que han impulsado la inversión en investigación y desarrollo (I+D) alrededor del mundo.
Este comportamiento es producto de una nueva forma de concebir el crecimiento económico, el cual no está determinado solo por la apropiación de maquinaría y tecnologías de punta, sino por la generación de ideas innovadoras, la implementación de nuevas tecnologías y la inclusión de la cultura como parte del desarrollo.

Pese a su importancia, buena parte de los colombianos no comprende qué es la Economía Naranja debido a que es un término relativamente reciente y a que integra una amplia gama de sectores y ocupaciones.

Asimismo, porque su aporte sobre la economía no se ha medido a través de estadísticas confiables. Con el propósito de contribuir a esta apuesta de país que ha liderado el presidente Iván Duque, Confecámaras entregó en días pasado en el marco de su Congreso en Cartagena el estudio ‘Crecimiento, supervivencia y desafíos de las empresas de Economía Naranja en Colombia’.

El estudio analiza los 32 sectores que según el Dane conforman la Economía Naranja, a partir del Registro Único Empresarial y Social -Rues-, de las Cámaras de Comercio. Se encontró que entre 2014 y 2018 se registró un incremento del 21,3% en el número de empresas de este sector, lo que representa un crecimiento promedio anual del 4,9%.

Asimismo, de cada 100 empresas creadas en 2013 del sector de Economía Naranja, sobreviven 38 al término de cinco años. Esta cifra es superior en 2 puntos porcentuales a la registrada en el total de empresas creadas en ese lapso, que es de 36.

Estas tasas de supervivencia superiores se deben a que los sectores de Economía Naranja atraviesan por una etapa expansiva y su mercado exhibe baja saturación por lo que las compañías nacientes tienen mejores perspectivas para consolidarse, en contraste con aquellas firmas que ingresan a mercados altamente competidos.

Se trata, igualmente, de un sector emergente dado que en promedio la edad de las empresas de Economía Naranja en Colombia es de 6 años. Un desafío importante pues en la medida que las empresas jóvenes logren consolidarse y experimentar un rápido crecimiento a través de la innovación, las inversiones en capital humano, la nueva demanda de productos y servicios avanzados, y los efectos cascada de buenas prácticas entre empresas, pueden tener un impacto considerable en la creación de empleo y aumento de la productividad.

Otros factores clave son promover las alianzas dentro del ecosistema cultural y creativo que les permita a sus empresas asociarse para atender oportunidades; fortalecer las cadenas de innovación en las regiones y propiciar una mayor formalización de estas firmas para que se consoliden en el mercado a través de un registro adecuado.

‘Pelar’ a fondo las oportunidades de la Economía Naranja es una apuesta firme que, sin duda, traerá bienestar y crecimiento al país y lo pondrá a tono con un mundo que avanza de manera acelerada en la gestión del conocimiento y la creatividad como palancas de desarrollo.

AHORA EN Julian Dominguez Rivera