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Herramienta para el crecimiento

Los colombianos requerimos definir con prioridad el modelo de país al que le queremos apostar.

16 de noviembre de 2018 Por: Julián Domínguez Rivera

Los colombianos requerimos definir con prioridad el modelo de país al que le queremos apostar. Y uno de los puntos más críticos en esta definición es establecer si la lucha contra la corrupción y la informalidad estará entre los primeros objetivos de la lista en la construcción de ese arquetipo de nación sobre el cual buscamos avanzar para dejar atrás las brechas profundas en nuestro desarrollo.

Uno de los instrumentos más afortunados para luchar contra dichos flagelos es la factura electrónica, que cuenta con atributos formidables no sólo en estos dos objetivos sino en el fortalecimiento empresarial al brindar a las pequeñas y medianas empresas mayores oportunidades para acceder al esquivo crédito.

Para cumplir con estos propósitos se requiere hacer eficiente su implementación, objetivo en el que deben trabajar de la mano los sectores público y privado con el fin de generar soluciones efectivas a esta problemática que enfrentan las empresas, sobre todo las más pequeñas, como es la posibilidad de obtener financiación para apalancar su crecimiento.

De acuerdo con la Gran Encuesta Pyme de Anif, cerca del 40 % de las pymes no accede a fuentes de financiación o prefiere hacerlo con recursos propios debido a los elevados costos financieros y al exceso de trámites.

Y aunque el factoring es una gran herramienta de financiación, solo entre el 4 % y 7 % de las pymes se financian a través de este mecanismo.

La factura electrónica permite el surgimiento de un mercado de factoring, que posibilita a los empresarios aumentar su liquidez a tasas más competitivas.

Lo anterior será factor de promoción de la formalidad empresarial, ya que solo se podrá acceder al factoring una vez las firmas busquen ser visibles en el mercado para proveer confianza y seguridad a los inversionistas.

Esta es una de las principales bondades de la factura electrónica, lo cual no hay que perder de vista dado que las firmas informales representan la mitad de la actividad económica con efectos nocivos dado su alto costo fiscal, nula contribución al sistema de seguridad social y precariedad o inexistencia de contratos laborales.

Según las Naciones Unidas, la adopción de un sistema de factura electrónica permite la disminución de la evasión tributaria y el aumento en la transparencia, una importante contribución al sector productivo dado que el peso de la carga tributaria es soportado por un número reducido de empresas.

Según una encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Santiago, en Chile, país modelo en la aplicación de la facturación electrónica, entre los beneficios de su implementación están el ahorro en costos, la agilización de procesos de facturación y pago, la generación de libros de compra y venta, la facilidad en el acceso a la información y la disminución de los riesgos de fraude.

Para el éxito en la implementación de la factura electrónica es fundamental una eficiente reglamentación de todos sus componentes, una amplia difusión de sus beneficios y una favorable disposición de los empresarios para incrementar sus niveles de penetración. Asimismo, la disminución de las brechas tecnológicas en el sector productivo.

Colombia debe implantar con carácter urgente la factura electrónica, más dilaciones serían inexplicables. Estamos seguros de que Colombia logrará asumir estos retos para estar a tono con un sistema que ya ha sido adoptado con éxito en otros países y que cumplirá con el objetivo de hacer más eficientes a las empresas nacionales, mejorar la transparencia y luchar contra la informalidad.

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