La precisa para el cargo preciso

Diciembre 07, 2022 - 11:40 p. m. 2022-12-07 Por: Jorge Restrepo Potes

Las ciudades, grandes, medianas y pequeñas, son sitios en los que un número cualquiera de pobladores resuelve vivir en comunidad para suplir entre todos las necesidades generales. En Colombia, por disposición constitucional, esos asentamientos forman los municipios, y éstos los departamentos.

En todo municipio hay un concejo elegido popularmente, que por medio de acuerdos dicta las reglas que rigen en cada localidad; y hay un alcalde, también elegido por el pueblo, que ejecuta las disposiciones del cabildo, y hace cumplir las normas nacionales. Al contrario de los concejales, no puede ser reelegido para periodo inmediato.

En Cali ha habido de todo: excelentes concejos y buenos alcaldes, pero en los días que corren no soplan vientos favorables ni para los unos ni para los otros. Los ediles son señalados por no atender los reclamos de los electores, y los alcaldes, de no cumplir bien sus funciones.

El actual alcalde tiene el viento en contra y la nave que conduce está al garete. Soy respetuoso, como abogado y como persona, del debido proceso, y por eso no puedo dar un juicio de valor sobre la conducta oficial de Jorge Iván Ospina, que debe ser examinada por los entes de control y sus gobernados atenerse a lo que concluyan Procuraduría, Fiscalía y Contraloría, las tres de nivel nacional pues pareciera que el personero y el contralor municipales andan por los cerros de Ubeda y no por el de las Tres Cruces.

Pero cualquiera que sea el fin de esas investigaciones, lo cierto es que Ospina no goza de la confianza de la gente porque ésta en su mayoría concluye que su gestión ha sido deficiente pues la seguridad no existe, las vías están en pésimo estado, y hay unas agencias dependientes de la alcaldía sobre las que se ciernen sombras de sospecha por el indebido uso de dineros públicos.

En octubre del próximo año habrá elección de concejo y alcalde. Cali debe de elegir excelente nómina de concejales y un magnífico alcalde. No hay espacio para error en el escogimiento.

Pertenezco a un grupo de amigos que pensando en los altos intereses de Cali estima que Griselda Janeth Restrepo puede ser una candidata que, de triunfar en la justa, es capaz de reconstruir el tejido social, y, sobre todo, recuperar la pulcritud en el manejo del presupuesto porque en su trayectoria pública ha dado muestras de competencia y de honestidad sin mácula.

Abogada especializada en derecho constitucional y máster en seguridad social; concejal de Palmira; representante a la Cámara y senadora; secretaria de gobierno del Valle; gerente de la Beneficencia; superintendente de Subsidio Familiar; ministra de Trabajo; y hoy diputada a la Asamblea Departamental, curul que ocupa por haber obtenido la segunda votación en la última elección de gobernador.

No creo que haya alguien con hoja de vida mejor que la de la doctora Restrepo. Además, posee personalidad altiva que no sigue dirección distinta a la que le dicte su conciencia. Es un personaje liberal independiente, que no acata ahora las consignas de César Gaviria.

Griselda Janeth Restrepo -con quien no tengo ningún parentesco- es la mujer precisa para el cargo preciso. A la alcaldía debe de llegar alguien como ella con experiencia administrativa, alguien que entienda del manejo político, y alguien que asuma esa posición con el propósito de servir a la ciudad y no a sus intereses particulares. Ojalá la sensatez se imponga.

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