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Joe Biden, un liberal

Joe Biden fue excelente vicepresidente en la administración Obama, en la que destacó como hombre conocedor de los intríngulis de un gobierno tan complejo como es el de su patria

1 de julio de 2020 Por: Jorge Restrepo Potes

“Un liberal suele ser un escéptico, alguien que tiene por provisionales incluso aquellas verdades que le son más caras. Este escepticismo sobre lo propio es justamente lo que le permite ser tolerante y conciliador con las convicciones y creencias de los demás, aunque sean muy diferentes de las suyas. Este espíritu abierto, capaz de cambiar y superar las propias convicciones, es infrecuente y a menudo inconcebible para quien, como tantos conservadores, cree haber alcanzado unas verdades absolutas, invulnerables a todo cuestionamiento o critica”.

Este párrafo magistral lo saqué del libro ‘La llamada de la tribu’ de Mario Vargas Llosa y expreso sin vacilar que en la mucha literatura de ciencia política que ha pasado por mis ojos, no he hallado una mejor definición de lo que es ser liberal, como no sea la que dio Carlos Lozano y Lozano -expresidente de la República- al semanario ‘Sábado’ en 1944 al responder a su propia pregunta: “¿Por qué soy liberal?”.

En este libro del nobel peruano cuya primera edición en Colombia salió en 2018, Vargas Llosa hace unas semblanzas magníficas de los grandes pensadores que informan el ideario liberal en las más diversas culturas. Por sus páginas desfilan Adam Smith, José Ortega y Gasset, Friedrich Von Hayek, Karl Popper, Raymond Aron, Isaiah Berlín y Jean-François Revel, deslumbrante pléyade de maestros de filosofía política, que todos los liberales -los auténticos, no los mercenarios- deberían estudiar para que comprendan el compromiso que tienen con su credo político, que va más allá de las elecciones y de los puestos públicos, que es la coordenada donde César Gaviria puso al viejo y glorioso Partido Liberal.

Nadie, a estas alturas de la campaña, va a arrebatarle a Joseph Biden la candidatura del Partido Demócrata, cuyo fin último es expulsar de la Casa Blanca al cretino de Donald Trump, cuyos desaciertos le ha costado a Estados Unidos perder el liderazgo mundial que asumió luego de la Segunda Guerra Mundial.

Joe Biden fue excelente vicepresidente en la administración Obama, en la que destacó como hombre conocedor de los intríngulis de un gobierno tan complejo como es el de su patria. Por ocho años presidió el Senado y ahí mostró su ecuanimidad y su respeto por los derechos de los republicanos. Es un auténtico liberal que cabe en la definición de Vargas Llosa.

En noviembre será la elección presidencial. En este momento, Biden le saca ventaja a su rival, el bárbaro ricachón, que para mí es un misterio pues no entiendo cómo lo pudieron elegir si todos sabían de su conducta impropia para ser presidente de esa gran nación.

Espero que Joe Biden escoja como su fórmula para la vicepresidencia a una mujer negra, que convoque a la población afrodescendiente, de tanto influjo hoy en la política norteamericana. A Michelle Obama hay que dejarla en lista de espera para 2024.

A propósito de la señora Obama, recomiendo la lectura de ‘Mi historia’, su autobiografía, que es un verdadero deleite pues en ella aparece su tesón de arrecife para sobreponerse a la discriminación que sufre la gente de su raza en Estados Unidos. Además, el libro que se consigue en Colombia tiene una traducción al español perfecta, y su lectura es regalo para el espíritu. Netflix tiene un documental magnífico sobre la gira promocional del libro, del que ya se han vendido más de 30 millones de ejemplares.

Michelle Obama merece ser presidenta de su nación.

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