El pais

Así es la democracia

Resulta que llegó al Gobierno un personaje de izquierda, con una bodega de ideas en la mente, que en su concepto servirán para el mejorestar de sus compatriotas.

8 de febrero de 2023 Por: Elpais.com.co

No voy a repetir la conocida frase con la que un personaje británico definió la democracia, pero le adicionaría que una de las grandes ventajas de ese sistema es que los pueblos que lo acogen saben que quienes los gobiernan tienen períodos definidos.

En Colombia, que tiene régimen presidencialista, sabemos que el que llega a la Casa de Nariño solo tiene cuatro años para ejercer el mandato que la ciudadanía, en elección libre, le otorga. En México, el presidente dura seis años, cinco en Perú, aunque últimamente los inquilinos del Palacio de Pizarro permanecen menos tiempo porque frecuentemente los tumban.

Nuestra Constitución Nacional dispone que el mandatario ejecute su programa de gobierno en 48 meses, al cabo de los cuales, hágalo bien o mal sale sin derecho a pataleo, y eso es algo que tranquiliza. A veces ese lapso es eterno porque un presidente perverso es duro de soportar.

También el sistema democrático crea los poderes Legislativo y Judicial. El Ejecutivo –el presidente, que es su cabeza- traza en campaña su programa, y si triunfa, lo envía al Congreso en proyectos de leyes y actos legislativos que lo desarrollen. Los representantes a la Cámara y senadores, en comisiones y plenarias, estudian esas propuestas, y votan.
Si la mayoría las rechaza en los debates correspondientes, pues no pasan. Si las aprueban, las sanciona el presidente, y todos debemos acatarlas.

En Colombia está sucediendo ahora algo bien particular. Resulta que
llegó al Gobierno un personaje de izquierda, con una bodega de ideas en la mente, que en su concepto servirán para el mejorestar de sus compatriotas. El Congreso, aparte la Reforma Tributaria ya aprobada, conocerá de otras reformas trascendentales para la sociedad: Pensional, Salud, Laboral, y para mí la más importante, la Política.

Seguir con el sistema actual de las listas abiertas opcionales para corporaciones de elección popular es imposibilitar que en Colombia existan verdaderos partidos políticos, sin los cuales la democracia es perfunctoria, como solía expresar Alberto Lleras Camargo, uno de los grandes estadistas que ha dado esta ‘esquina oceánica’. Con la apertura de las listas, los partidos se atomizan porque la gente no vota por una determinada ideología sino por cada uno de los candidatos.

En los municipios, por ejemplo, con listas abiertas, cada aspirante al concejo maneja un pequeño grupo de electores. La doctrina de la que dicen ser heraldos no existe, y en una ocasión en Cali hubo tantas ‘casas liberales’ cuantos aspirantes había, porque cada uno era un directorio. ¿En dónde estaba el partido que les dio el aval? Averígüelo Vargas.

El argumento que si se cierran las listas aparece ‘la dictadura del bolígrafo’, que consiste en que los jefes de más alto coturno elaboran con su ‘kilométrico’ las planchas a las corporaciones, me permito refutarlo porque los candidatos que en el Valle del Cauca escogían Gustavo Balcázar, Marino Renjifo y Carlos Holmes Trujillo Miranda, eran personas destacadas en sus municipios, además de fieles miembros de la colectividad roja.

Desde luego, el cierre obliga a que haya reglas internas de los partidos para que las listas reflejen el sentir popular. Lo demás es continuar con los ‘partidos de garaje’, con lo cual la democracia colombiana será más perfunctoria, palabreja que cada vez que la uso debo acudir al diccionario para refrescar su definición.