2022
Y si gana Gustavo Petro, la reacción de la derecha de todos los colores será muy agresiva, y vaya uno a saber cómo manejará ese escenario el líder del Pacto Histórico.
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5 de ene de 2022, 11:40 p. m.
Actualizado el 17 de may de 2023, 11:31 a. m.
Juzgo que no ha habido en Colombia, al menos en lo que llevo observando los acontecimientos nacionales, un año como el que inicia ahora cargado de tanta incertidumbre y que suscite tantas inquietudes.
En efecto, este 2022 es toda una película de suspenso en la que nadie sabe cuál será el final, si feliz o trágico.
El Covid-19 no se irá, y amenaza en volverse, con cualquiera de sus variantes, una epidemia tan devastadora como la peor de las pestes sufridas por el género humano. La gente renuente a vacunarse es un problema de orden público sanitario, y el Gobierno debería obligarla a recibir los tres pinchazos, o los cuatro, si fueren necesarios. Tengo esperanza en los fármacos de Pfitzer y Merk, no preventivos sino curativos, que ojalá aparezcan pronto en las góndolas de las farmacias.
Si bien el PIB creció bastante en 2021, con el costo de la vida intolerable por la inflación, ese 9,8% de nada sirve a millones de colombianos que sufren tremenda escasez, por más que el emisor trate de contenerla aumentando las tasas de redescuento. Por eso hay que apelar a Keynes y gastar fondos públicos a como dé lugar para evitar un estallido social peor que las protestas vistas en los últimos dos años.
Abrir todos los frentes de trabajo estatal para disminuir el índice de desempleo. Eso no da espera, y este agonizante Gobierno y el que asuma el 7 de agosto deben dedicar todo su conato en solucionar esta crisis, que puede dar al traste con lo que queda de democracia.
En el campo de la política, todo es confuso. Un triunfo de la derecha extrema capitaneada por Uribe con cualquiera de sus pésimos candidatos, Zuluaga o Gutiérrez, o de la izquierda dura dirigida por Petro, nos llevaría a un caos insoluble. Si triunfa ‘el que diga Uribe’, Petro dirá que le robaron las elecciones y mantendrá en la calle una movilización popular que le hará muy difícil gobernar al inquilino de la Casa de Nariño. Y si gana Gustavo Petro, la reacción de la derecha de todos los colores será muy agresiva, y vaya uno a saber cómo manejará ese escenario el líder del Pacto Histórico.
Si este fuera un país sensato -que no lo es- en las urnas triunfaría cualquiera de los cinco candidatos de la centroizquierda, hoy reunidos en la Coalición Verde Centro Esperanza, entre ellos Fajardo y Alejandro Gaviria, que son los posibles vencedores en la consulta del 13 de marzo.
Cualquiera de ellos calmaría la crispación, con un verdadero régimen de unidad nacional para conjurar la crisis en la que estamos sumidos.
Si esta polarización sigue en los niveles que ha alcanzado, Colombia caería en un Gobierno que rompería todos los esquemas conocidos hasta ahora.
Quiero para mis nietos una patria en la que no haya tanto odio. Solo personajes como Fajardo o Gaviria pueden salvar la democracia, hoy en apuros. Lo demás es un salto al vacío.
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Posdata. El mes próximo inicia la publicación digital de Cambio, cuyo presidente será Daniel Coronell y su director Federico Gómez Lara. La iniciativa surgió de mi admirada Patricia Lara, quien con el apoyo de varios demócratas colombianos hizo posible que volviera la revista que ella junto a García Márquez y otros grandes del periodismo colombiano, nos dio inmensas satisfacciones hace unos años. Se ha abierto la suscripción, que puede tomarse por $69.000 año en suscripciones.cambiocolombia.com.

Abogado con 45 años de ejercicio profesional. Cargos: Alcalde de Tuluá, Senador y representante a la Cámara, Secretario de Gobierno y Secretario de Justicia del Valle. Director SAG del Valle. Columnista de El Pais desde 1977 hasta la fecha.
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