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País de sordos

La Colombia de hoy está abrumada por la sordera. Adicionalmente a las sofisticadas clasificaciones clínicas, cada día siento que se incrementan dos tipos de sordera: los sordos psicológicos y los sordos tecnológicos.

12 de mayo de 2017 Por: Eduardo José Victoria Ruiz

La Colombia de hoy está abrumada por la sordera. Adicionalmente a las sofisticadas clasificaciones clínicas, cada día siento que se incrementan dos tipos de sordera: los sordos psicológicos y los sordos tecnológicos. Los primeros son aquellos que no permiten un análisis sereno y objetivo sobre la situación del país. Se niegan a escuchar la contribución de cada uno de los presidentes de Colombia a la nación que hoy tenemos. Sus oídos no permiten apellidos como Uribe o Santos; estos no caben simultáneamente y lamentablemente no puede haber distribución de temas por oreja en una misma cabeza.

Un sordo psicológico no admite que debates como la adopción por parte de solteros, viudas o parejas ‘no tradicionales’ desgastan innecesariamente a un país y ofenden aspectos esenciales de la condición humana. Si Lucio no fuera sordo, entendería que su participación activa le hace más daño que bien a la causa que lidera su esposa, la senadora Morales. Pero los sordos son así. Terminan empuñando causas que acaban siendo derrotadas porque la audiencia, así ellos la subestimen, también piensa, decide y saca avante su pensamiento colectivo.

La otra plaga es la sordera colectiva como consecuencia de los audífonos. Yo, que tengo alma de Cupido, fomentaba la ida a los gimnasios de mis personas amigas viudas, solteras, tímidas. Hoy, me hacen el reclamo: no es que a los gimnasios no vaya gente, lo que está pasando es que la mayoría son sordos tecnológicos. Todos están oyendo música, noticias, y como si fuera poco, ahora llevan sus tabletas con Netflix, de manera que tras sordos, ciegos del entorno. Nada más frustrante que ponerle tema a una sorda tecnológica. La jartera con la que miran porque tienen que sacarse el odioso audífono para decir, “¿que qué?”. No hay galán que sobreviva. Una bella con audífono termina siendo una fea ausente.

El peor escenario que se da es que cada vez más personas con las que quisiéramos dialogar son sordas tecnológicas, y quienes están disponibles, son sordos psicológicos. Si seguimos así, Pereira será la capital de Colombia.

O-vario: miércoles 17, día de la Cruz Roja. Maravillosa labor para apoyar. No seamos sordos ante las necesidades colectivas por las que trabaja esta noble institución.

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