El pais
SUSCRÍBETE

Los ataques al Fiscal

Era ‘vox populi’ el incremento de la corrupción. No era difícil intuirlo cuando comenzamos a ver el salto sideral en el estilo de vida de servidores públicos.

6 de octubre de 2017 Por: Eduardo José Victoria Ruiz

Era ‘vox populi’ el incremento de la corrupción. No era difícil intuirlo cuando comenzamos a ver el salto sideral en el estilo de vida de servidores públicos.

Estábamos enseñados a grandes juristas que con ecuanimidad ejercían su oficio y la decencia se observaba hasta en su vida cotidiana. Casos similares los veíamos en la política y en el Ejecutivo. La bola de nieve crecía y no se veía una estructura seria para las investigaciones.

¿Quién podría levantar cargos si el concubinato entre los poderes públicos generaba una maraña encubridora que todo lo tapaba? O peor aún, que hacía selectiva su misión, respondiendo a odios o afectos según fuera el padrino político del investigador y del investigado.

Lo que ha sucedido en estos últimos meses es tan aterrador como aleccionante. Causa decepción esa repugnante red de coimas y chantajes donde las víctimas terminan siendo los antes respetables Justicia y servicio público.

Tras cada evento hay una sucesión de delincuentes de cuello blanco que en este y en los gobiernos anteriores consolidaron nombre, prestigio y fortuna apalancados en el erario y en el turbio ejercicio de su misión. Posiciones de tanto valor e independencia como las del Contralor y el Fiscal deberían generar el apoyo social para llegar hasta las últimas consecuencias. No está siendo así.

Constantemente el fiscal Martínez Neira debe ir al Congreso a enfrentar los debates de quienes no quieren que gente de su coraje y talante continúen al frente de tan compleja misión. ¿Será que al senador Robledo, cuya estrategia se basa en crecer batallando contra gobiernos putrefactos, no le conviene la vacuna, como a ciertas farmacéuticas globales? ¿Será que a la senadora Claudia López le preocupa que la lucha contra la corrupción se haga desde un frente amplio y no sea solamente su bandera personal?

Me resisto a creer que sean así de megalómanos y egoístas estos personajes que les interese más su imagen política que apoyar a quienes con valor y conocimiento jurídico han asumido la más difícil batalla de sus vidas: dejar un país éticamente viable, donde la corrupción no sea el asqueante método de los mediocres y cómodos para consolidar todo tipo de poderes.

AHORA EN Eduardo Jose Victoria Ruiz