Cuidado con la indiferencia

Enero 27, 2023 - 11:45 p. m. 2023-01-27 Por: Eduardo José Victoria Ruiz

Las elecciones del próximo octubre tendrán una trascendencia que no se puede minimizar. Un presidente ególatra, megalómano, que piensa más en estar por fuera posando de líder mundial, mientras sus ministros hacen novatadas y declaraciones irresponsables que ahuyentan la inversión, sin un partido de gobierno sólido, sino una sumatoria de movimientos enmermelados, tratará de consolidar su poder y su proyecto bolivariano a través de la conquista de las regiones.

Con ese propósito hará todo lo que esté a su alcance para atraer de manera populista a los jóvenes y a otros sectores de la población. Dará subsidios, tratará de liberar los detenidos de la primera línea, así arriesgue el equilibrio de los poderes públicos; sacará de la cárcel peligrosos delincuentes a quienes los llamará negociadores de la Paz Total, término tan seductor como utópico en una nación donde el narcotráfico se hizo el financiador de las guerrillas y siempre habrá disidencias que prefieran el dinero a la estabilidad social. Todas las estrategias estarán en juego para ganar las gobernaciones y alcaldías. Cali, por su papel en el Pacífico, será crucial.

Visto desde el otro punto de vista, si queremos salvar a Colombia, debemos ganar en las regiones. Ese propósito requerirá grandeza de los candidatos, pero también de los seguidores. No encontraremos el estadista perfecto, ese ‘ángel asexuado’ no camina sobre nuestra tierra.
Lo importante será definir un líder que arme equipos ganadores; personas que tengan profunda sensibilidad social, pero defensoras de las instituciones sobre las cuales se cimenta la democracia; gente decente que quiera llegar a servir y no a robar. No será fácil, deberemos escoger uno entre personajes carismáticos, pero sin preparación como servidores públicos; otros con manejo de lo estatal, pero sin recursos económicos para adelantar una campaña que les permita hacerse conocer y fortalecer la confianza que se merecen.

Aquí no cabe la indiferencia. Como el refrán ‘da igual si el gato es blanco o negro, lo importante es que cace ratones’. Lo importante es que pueda llegar a ser alcalde o gobernador para hacer buena gerencia pública.
Esas conquistas no se hacen quejándose, ni criticando por redes. Como pocas veces en el pasado, se requerirá participación activa y personal; habrá que marchar y hacer lista de votantes a convencer; se requerirán aportes económicos generosos y no palmaditas o ‘detalles para que te hagas unos afiches’. La camiseta de la libertad, la prosperidad colectiva sin odio de clases, el equilibrio fiscal, la lucha contra la inflación, altas cifras de empleo, el respeto a las ramas del poder público, todo eso se estará jugando a partir de octubre. ¡Hay que empezar ya!

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