Columnista

Doña Bárbara

La distinguida carrera académica de doña Bárbara marca no solo un hito en los estudios de lingüística...

GoogleSiga a EL PAÍS en Google Discover y no se pierda las últimas noticias

Óscar López Pulecio
Óscar López Pulecio | Foto: El País

2 de ago de 2025, 03:07 a. m.

Actualizado el 2 de ago de 2025, 03:07 a. m.

El pasado 12 de julio, en sesión solemne de la Academia Colombiana de la Lengua, fue recibida como miembro correspondiente, presentada por Cecilia Balcázar de Bucher, la lingüista de la Universidad del Valle Bárbara Muelas Hurtado. Lo excepcional de ese acto es que se trataba de la primera mujer indígena, de la etnia Misak, que era recibida en esa antigua academia cuya misión es preservar el idioma español.

En un discurso extraordinario habló de su idioma, el Namtrik, y de cómo a través de él, el pueblo Misak, cuyo territorio secular ha sido en resguardo de Guambía en Silvia, Cauca, crea su mundo a través de la palabra en una dimensión de tiempo y espacio que no existe en español.

Ya en 1992 había sido comisionada, junto con representantes de otros siete pueblos indígenas, para traducir a su idioma la Constitución de 1991, donde cada palabra fue resultado de un consenso comunitario. Cuenta ella que la palabra Estado, que no existe en su imaginario indígena, fue traducida como Territorio Mayor, que expresa una idea cálida y colectiva de responsabilidad y armonía comunitaria, lejos de la frialdad y jerarquía propias del concepto occidental.

La clave de ese discurso, que ella orgullosamente presentó como una puerta abierta a su cultura por la tradición cultural dominante en Colombia, fue el poder de la palabra en la lengua misak. Dijo: “Crecí inmersa en una cosmovisión donde el mundo no es simplemente algo externo a nosotros, sino una red compleja de relaciones en la que cada palabra tiene vida propia. Para los Misak, nombrar es un acto íntimo con la naturaleza que implica gran responsabilidad y conciencia, pues al nombrar no solo describimos el mundo, sino que lo creamos, lo sostenemos y lo comprometemos con nuestro propio destino”.

Parte de esa concepción, incomprensible para la cultura occidental, es considerar que el tiempo no es una línea recta que avanza hacia adelante, sino una corriente viva que nos rodea. “Para nosotros -dice- el pasado (metrapsro) está delante porque ya lo conocemos, lo hemos vivido y podemos verlo claramente. Nuestros mayores caminan delante de nosotros abriendo senderos y dejando huellas que seguimos con respeto y cuidado. El futuro (wentosro), en cambio, está atrás, oculto a nuestra vista; nos sigue silencioso, desconocido, lleno de incertidumbre y posibilidades”. El espacio, una serie de círculos concéntricos cuyo centro es el hogar, más precisamente el fogón, que es el origen. El espacio es lo caminado, lo conversado, lo compartido. No en vano existen tantas dificultades culturales de entendimiento entre dos concepciones del mundo tan diferentes. Explicarlas es una manera de tender puentes

La distinguida carrera académica de doña Bárbara marca no solo un hito en los estudios de lingüística, pues la Academia de la Lengua reconoce con siglos de atraso el papel de las comunidades indígenas en la construcción de nuestra cultura, sino también en su propio mundo, donde como ella misma lo reconoce las mujeres están reducidas al silencio, educadas para callar.

Doña Bárbara alza su voz, empoderada por la palabra que le ha sido negada desde siempre a su género, sin voz alrededor del fogón, para lanzar a los cuatro vientos la riqueza y la sabiduría de su mundo. El pueblo Misak que habla Namtrik, y es también colombiano.

Abogado especializado en Ciencias Socioeconómicas. Ha sido embajador de Colombia ante la Asamblea General de la ONU, Cónsul General de Colombia en el Reino Unido, Gerente Regional de la Caja Agraria y Secretario General de Anif y de la Universidad del Valle.

Regístrate gratis al boletín de noticias El País

Descarga la APP ElPaís.com.co:
Semana Noticias Google PlaySemana Noticias Apple Store

AHORA EN Columnistas

Gonzalo Gallo

Columnistas

Oasis