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Luz al final del covid

h, no sobra recalcar que la incertidumbre baja, pero la pandemia sigue viva, y que ahora más que nunca no podemos descuidarnos.

3 de diciembre de 2020 Por: Vicky Perea García

La aparición de las vacunas contra el covid, por el momento hay dos que ya fueron o están a punto de ser autorizadas, no acaba con la pandemia causada por este virus. Pero si comienza, al menos, a socavar la incertidumbre que causó, en todo el planeta, esta enfermedad.

Todos los terrícolas tenemos los ojos puestos sobre la Gran Bretaña, donde la semana entrante comenzarán a aplicar la vacuna de Pfizer; es de esperar que la vacuna tendrá la efectividad que anunciaron los estudios.

La incertidumbre ha sido tan dura para la gente como la pandemia misma. Y es que hasta hace muy pocos meses no se sabía nada de esta enfermedad. Mejor dicho, el covid nos cayó como una bomba del cielo y nos cogió a todos desprotegidos.

De la enfermedad solo se sabía que se había originado en una lejana población china. Y poco más.

Los médicos no sabían cómo tratarla, la gente del común ignoraba cómo prevenirla. Y por eso la letalidad en un principio fue tan alta, sobre todo en Europa y Estados Unidos, donde llegó antes que a América Latina.

Con el paso del tiempo aprendimos que era un virus respiratorio, que se transmitía muy fácilmente y que para evitar el contagio debíamos aplicar tres medidas: uso del tapabocas, no acercarse a nadie a menos de dos metros y lavarse las manos frecuentemente.

Al principio la gente llegó al punto de quitarse la ropa cuando llegaba de la calle y ponerla en agua caliente, quitarse los zapatos y otras medidas extremas. Luego aprendimos que es muy difícil que la enfermedad se transmita por la ropa o por los zapatos.

Algo similar les ocurrió a los médicos. Al comienzo no tenían idea de manejar la enfermedad y todo el que llegaba a una clínica presentando los síntomas lo metían a la UCI.

Pero con el pasar de los días, los médicos fueron aprendieron a tratar el covid, comenzaron a atender a la mayoría de los enfermos en casa suministrándoles anti inflamatorios, ivermectina, aspirina, entre otros medicamentos. Ahora solo los más graves van a las UCI.

Como consecuencia de ello, aunque los contagios siguen aumentando, el número de muertos en Colombia permanece por debajo de los 200 diarios, cuando en julio teníamos hasta 600 cada día.

Aún hay muchos misterios alrededor de esta enfermedad. No hay certeza, por ejemplo, de por qué a unas personas les da tan duro, mientras otros, por fortuna la mayoría, tienen síntomas leves. Se especula con que influyen temas genéticos o el tipo de sangre, pero eso no está comprobado.

Lo cierto es que la vacuna contra el covid es una realidad, llegó incluso mucho antes de lo que calculábamos la mayoría. Ya son dos y pronto serán tres con la de AstraZéneca que está a punto de ser aprobada.

Pero vienen más. Laboratorios tan acreditados como Jhonson y Jhonson y Merk, entre otros están preparando las suyas y pronto estarán disponibles.

Persiste aún un nivel de incertidumbre: ¿Cuánto durará la inmunidad que da la vacuna? ¿Cuándo nos llegará a nosotros? ¿Cuándo estará inmunizado todo el mundo? ¿Cuándo podremos salir a la calle sin tapabocas?

Lo cierto es que estamos viendo la luz al final del túnel y cada vez tenemos más certezas que dudas sobre esta plaga que nos cayó del cielo, paralizó al mundo y ya mató a más de un millón de personas.

Ah, no sobra recalcar que la incertidumbre baja, pero la pandemia sigue viva, y que ahora más que nunca no podemos descuidarnos.

Sigue en Twitter @dimartillo

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