Dejemos de ser cómplices

Si el Alcalde y sus subalternos renunciaron a aplicar la autoridad, los ciudadanos no podemos renunciar a hacer respetar los espacios que nos corresponden.

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11 de ago de 2022, 11:55 p. m.

Actualizado el 17 de may de 2023, 12:03 p. m.

El principal responsable de la anarquía que reina en la ciudad, especialmente en la movilidad, es Jorge Iván Ospina, quien fue elegido, entre otras cosas, para que impusiera la autoridad en el Municipio.

En eso también ha fallado Ospina, quien da la impresión de haber renunciado a hacer aplicar las normas existentes para garantizar la convivencia en la ciudad.

La movilidad es el mejor ejemplo de ese abandono. Aquí los infractores actúan con total impunidad. La prohibición del parrillero hombre la incumplen, al menos, uno de cada tres motociclistas. En muchos sectores de la ciudad los ‘moteros’ andan sin casco y de noche ya nadie usa el chaleco.

Los motociclistas, que sin duda son de los mayores factores del caos vial que padecemos, transitan a toda velocidad por las aceras. Y el mototaxismo es una actividad ilegal que crece en las barbas de la autoridad.

Otra maña que se volvió costumbre entre los ‘moteros’ es utilizar los puentes peatonales, diseñados, como su nombre lo dice, para que los usen las personas que van a pie.

Motociclistas y conductores de vehículos cruzan por lugares prohibidos, dan la vuelta en ‘U’ donde les da la gana, se vuelan los semáforos. En fin, anarquía total.

Como dije al principio, los principales responsables de esta situación, que pretenden solucionar alargando el Pico y Placa a 14 horas diarias, son los encargados de impartir la autoridad.

El único rol de los guardas de tránsito parece ser, precisamente, andar a las caza de los que violan esa restricción para multarlos.

Pero si la autoridad es la gran responsable, los ciudadanos somos los principales cómplices con nuestra pasividad y una resignación patológica de que no hay nada qué hacer. Pues sí hay mucho por hacer. Si los guardas y la Policía no actúan, actuemos nosotros.

En días pasados, durante mi caminata matinal, en los alrededores de la salida al mar una turba de motociclistas se subió a la acera, para evitar el trancón que a toda hora se arma en ese sector.

Resulta que un ciudadano que estaba también haciendo su ejercicio matutino se paró con los brazos y piernas abiertas, impidiendo el paso de las motos por el andén. Al valiente ciudadano se le sumaron cinco más, con lo cual a los motociclistas les tocó abandonar la acera y devolverse a la vía.

Si todos los peatones, o buena parte de ellos actuáramos como ese ciudadano, estoy seguro de que los motociclistas se lo pensarían dos veces antes de invadir las aceras. Algo similar ocurriría si reaccionáramos cuando alguien cruza por un sitio prohibido, o cuando algún vehículo invade los carriles del MÍO, o cuando se vuela un semáforo...

Si el Alcalde y sus subalternos renunciaron a aplicar la autoridad, los ciudadanos no podemos renunciar a hacer respetar los espacios que nos corresponden. Pero se requiere una reacción masiva y coordinada, los esfuerzos aislados no sirven.

Qué bueno sería que la Unidad de Acción Vallecaucana, ProPacífico y las demás entidades que trabajan por la región, lideraran una cruzada para que la gente salga del ‘meimportaculismo’. Y se vuelvan ciudadanos activos en defensa de los espacios y los derechos que les pertenecen.

Ahí les dejo la inquietud. Pueden contar conmigo que gustoso me sumaré en una cruzada ciudadana.

Sigue en Twitter @dimartillo

Directora de El País, estudió comunicación social y periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana. Está vinculada al diario EL País desde 1992 primero como periodista política, luego como editora internacional y durante cerca de 20 años como editora de Opinión. Desde agosto de 2023 es la directora de El País.

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