El pais
SUSCRÍBETE

Ahí está y ahí se queda

Lo primero que hay que precisar es que no es cierto que Ospina tenga a media ciudad en contra, como dice Gloria. Son muchos más los que están en ese bando.

24 de junio de 2021 Por: Diego Martínez Lloreda

Frente a la columna que Gloria H publicó el pasado martes, en la que asegura que la revocatoria del alcalde Jorge Iván Ospina no va para ningún lado, concuerdo en algunos planteamientos y disiento profundamente en otros.

Lo primero que hay que precisar es que no es cierto que Ospina tenga a media ciudad en contra, como dice Gloria. Son muchos más los que están en ese bando.

Según la más reciente encuesta de Datexco, solo el 18% de los consultados aprueba la tarea que ha venido cumpliendo el actual Alcalde, frente a un 72% que no la avala.

Yo, como Gloria, soy escéptico con los resultados de la famosa revocatoria. Pero por razones diferentes. La sicóloga cree que no es momento de polarizar a la ciudad (¿más?) y de distraernos en elecciones.

A mí lo que me preocupa no es eso. Ospina ha hecho todos los méritos para que la ciudadanía impulse su revocatoria. Por desgracia, el mecanismo para revocar a un Alcalde es demasiado dispendioso. De hecho, desde que esta posibilidad se incluyó en la Constitución del 91 solo dos mandatarios, y de ciudades pequeñas, han sido revocados.

Para nada creo que utilizar este mecanismo, previsto en la Constitución, sea ponerle palos en la rueda al Alcalde, como dice Gloria. No entiendo aquello de que ahora “todos a una como en Fuenteovejuna” Que no lo podamos sacar del cargo no significa que lo tenemos que respaldar. Si acaso optamos por rodearlo, es para que no se vuele.

Lo que hay que hacer es constituir unas veedurías ciudadanas serias que se encarguen de vigilar cada uno de los movimientos del Gobierno.
Porque ya sabemos detrás de lo que van. Mejor dicho, en los dos años que le quedan a Ospina lo que nos corresponde a los caleños es velar porque el hombre haga el menor mal.

Por ello, la propuesta de sacar lo mejor de él, que plantea Gloria, me parece francamente ingenua.

Mi mayor coincidencia, pues con la columna de Gloria, es que el proceso de revocatoria es “un pajazo mental”.

Me temo que los caleños estamos condenados a padecer a Ospina hasta el 31 de diciembre de 2023. Primero por las complejidades de la revocatoria. Y segundo porque el Alcalde parece ser inmune a las investigaciones que le abren. En su pasado gobierno le abrieron 74, y el 80% fueron archivadas por vencimiento de términos. No porque Ospina hubiese demostrado su inocencia.

Dicen que al perro no lo capan dos veces. Salvo que el perro sea caleño.
Porque Ospina ya había gobernado esta ciudad y su estilo era bien conocido: nepótico, autócrata y laxo, por decir lo menos, con el manejo de los recursos públicos.

Muy pronto se nos olvidaron los sobrecostos en readecuación del estadio, los inútiles guardas cívicos, el incumplimiento con las megaobras y los miles de contratos adjudicados a dedo, mediante la figura de los convenios administrativos, por mencionar unas pocas de las perlas que ocurrieron en Ospina I.

Insisto, Gloria tiene toda la razón cuando afirma que la revocatoria de Ospina es un ‘pajazo mental’. Y me temo que las investigaciones que le abren al Alcalde también tendrán mucho de esa práctica solitaria
No lo duden. En los próximos dos años nos tocará comer de nuestro propio cocinado. Lo demás es paja.
Sigue en Twitter @dimartillo

AHORA EN Diego Martinez Lloreda