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De la Calle, novelista
En la justa presidencial del 2018 triunfó el inepto Iván Duque, estando allí también como candidato liberal una persona como De la Calle, caemos en la cuenta de que el nuestro es un país ininteligible...
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14 de mar de 2024, 03:27 a. m.
Actualizado el 14 de mar de 2024, 03:27 a. m.
No es de extrañar en un país que comete tantos errores políticos, que se le haya dado la espalda a un estadista de la categoría de Humberto de la Calle, el más completo actor de la escena pública nacional en los últimos 40 años.
He dicho varias veces que los colombianos le quedamos debiendo presidencia al político caldense, y que buena parte de las dolencias criollas se habrían evitado de haberle permitido acceder al primer empleo de la nación.
Cuando uno echa la vista atrás y recuerda que en la justa presidencial del 2018 triunfó el inepto Iván Duque, estando allí también como candidato liberal una persona como De la Calle, caemos en la cuenta de que el nuestro es un país ininteligible, que crea situaciones de las que luego se arrepiente.
No hay, hoy por hoy, un político que en Colombia muestre hoja de vida más brillante que la del hijo de Manzanares, la bella población del Viejo Caldas: registrador del Estado Civil; ministro de Gobierno en el que destacó por su papel en los debates que culminaron con la aprobación de la Reforma Constitucional de 1991; vicepresidente de la República; embajador en Reino Unido y en la OEA; y jefe de la delegación del Gobierno Nacional que logró el Acuerdo de Paz con las Farc, el temible grupo guerrillero que azotó la geografía patria por más de 50 años, sin que ningún presidente pudiera derrotarlo militarmente.
En 2018, fue candidato del Partido Liberal, pero vino la ‘movida chueca’ del director de la colectividad, César Gaviria, quien a espaldas de De la Calle endosó los votos rojos a Álvaro Uribe para que su mediocre candidato se hiciera con el poder. Hoy ocupa curul en el senado y es una de las voces más sensatas en esa corporación.
Ahora De la Calle nos sorprende con nueva faceta de su trayectoria: se ha convertido en novelista y publica un excelente libro que capturó mi interés desde la primera página y no pude soltarlo hasta terminarlo. Con el atractivo título de ‘La inverosímil muerte de Hércules Pretorius’, el autor se introduce en las entrañas del movimiento subversivo M-19, y hace un recuento exacto de lo que fue ese grupo desde su fundación en 1970, a raíz de las elecciones presidenciales de ese año, que consideraba que le habían birlado el triunfo a Rojas Pinilla en beneficio de Misael Pastrana. Curioso que un movimiento que llegó a ser de izquierda haya surgido del proyecto ultraderechista de Rojas y de su hija María Eugenia.
De la Calle, con pericia de investigador prolijo, nos trae un retrato perfecto de sus dirigentes, y allí aparece Carmenza Cardona, alias ‘La Chiqui’, que tanto dio de qué hablar con la toma de la embajada de la República Dominicana en Bogotá en 1980, con muchos diplomáticos secuestrados, que tuvo buen final por el trato acertado que le dio el presidente Turbay Ayala.
También De la Calle interviene en la novela: es ‘El Profe’ y me encantó que en algunos párrafos introduce letras de boleros de antaño, aquellos que vertían las multicolores radiolas en los cafés de mi pueblo, y en otros sitios menos santos, lo que le da cierto toque romántico al relato.
Como admirador suyo, estoy feliz con este nuevo rumbo en la vida del prócer de la República. Que este libro no sea el último, querido doctor Humberto.

Abogado con 45 años de ejercicio profesional. Cargos: Alcalde de Tuluá, Senador y representante a la Cámara, Secretario de Gobierno y Secretario de Justicia del Valle. Director SAG del Valle. Columnista de El Pais desde 1977 hasta la fecha.
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