¿Cómo evitar las muertes causadas por desesperación?

“La depresión y el suicidio en tiempos del coronavirus” (Comportamiento Humano, mayo 3) es un tema sobre el cual cada vez hay mayor conciencia entre clínicos, investigadores y gobiernos.

Recientes cálculos matemáticos* señalan que las muertes por desesperación, asociadas al suicidio, el alcoholismo y las drogas, podrían ser mayores que por el coronavirus, si el país falla en tomar acciones decididas para contrarrestar el impacto de la pandemia sobre el equilibrio emocional de las poblaciones a mayor riesgo, ocasionada por el desempleo, el aislamiento, el distanciamiento social y la incertidumbre. Estas son las conclusiones para los Estados Unidos, de un informe de un grupo de trabajo* que, utilizando sofisticados cálculos matemáticos, predice el impacto emocional que sobre la población tendrá la pandemia en ese país.

El informe presenta una predicción de las muertes por desesperación (despair) que podrían ocurrir originadas por la pandemia, y anticipa que hay escenarios distintos, dependiendo de la magnitud del impacto económico y la capacidad de recuperación de las personas. En un escenario intermedio calculan que unas 75.000 muertes por suicidio ocurrirán, como resultado de la pandemia.

El objetivo último del informe es alertar al Estado para que pueda prepararse para prevenir estas muertes gracias a la toma de significativas medidas en favor de la salud mental de la población.
Si bien es indiscutible el enorme impacto destructivo de la desesperación, ocasionada por las necesidades básicas insatisfechas de las poblaciones marginadas, la cifra es tan solo una predicción matemática que aplica específicamente a los Estados Unidos. Situación que difiere de la de otros países de menos recursos, en los que las necesidades fundamentales insatisfechas son mucho mayores y el impacto puede ser peor. Las conclusiones deben tenerse en cuenta, con el mejor ánimo de estudiar maneras de enfrentar una crisis inevitable, la del impacto del sufrimiento y el aislamiento sobre el equilibrio emocional de las poblaciones más desprotegidas.

Por tanto, es necesario:
Entender que la comunicación virtual no es suficiente para combatir el impacto de la soledad y el aislamiento.

Integrar los servicios de salud mental a todos los esfuerzos que están realizándose para satisfacer las necesidades básicas.

Mantener conectados a los más necesitados, a través de acciones comunitarias efectivas, que transmitan optimismo porque muestran que alguien realmente se interesa por ellas.

Para la detección temprana del riesgo de suicidio se deben utilizar medios sencillos que puedan ser aplicables a la población a través de los trabajadores primarios de la salud. Pero, principalmente, si se quiere prevenir la epidemia de suicidios en esta pandemia, hay que combatir la gran indiferencia y los enormes prejuicios que existen hacia los temas de salud mental a todos los niveles.

* Petterson, S. et al, Projected deaths of despair during the coronavirus recession, may 2020 Well Being Trust Org