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¿Hundir la Quinta?

Es de nuevo pasar por alto que desde hace varias décadas Cali es una ciudad lineal, entre la Cordillera Occidental y el río Cauca,...

9 de noviembre de 2022 Por: Benjamin Barney Caldas

El hundimiento de la Cl. 5ª, ya pasando la Cr. 10, viniendo desde el sur, y hasta la entrada al hundimiento de la Avenida Colombia, desde el oeste -en el que de nuevo insiste una muy cuestionada Alcaldía ya de salida- solo evitaría el semáforo de la Cr. 6ª, pero no mejoraría de verdad la movilidad en la ciudad mientras no incluya una muy eficiente conexión de la Cl. 5ª, desde el sur hacia el norte y el oeste de la ciudad, similar a la que existe desde el norte. Es de nuevo pasar por alto que desde hace varias décadas Cali es una ciudad lineal, entre la Cordillera Occidental y el río Cauca, y desde Yumbo a Jamundí, en lo que constituye su área metropolitana de hecho, de la que ahora hay que partir.

Por otra parte, el cambio de sentido de circulación en ese tramo de las dos calzadas de la Cl. 5ª, y en consecuencia el de otras vías de doble calzada del Centro Ampliado, como en la Cl. 10 -‘idea’ que ahora la Alcaldía se saca de la manga- traería confusiones y accidentes para los vehículos como para los peatones que llegan de otras partes de la ciudad. Como para los turistas que visitan a Cali cada vez más, a menos que vengan a ver dicho sinsentido, probablemente único en el mundo, en donde en la mayoría de los países se circula por la derecha, y cada vez son más, y solo en unos pocos se insiste en hacerlo por la izquierda; y, que se sepa, no los hay en que estén revueltas.

Con dicho cambio de sentidos viales el acceso a San Antonio y al Centro se volvería más confuso, en lugar de mejorarlo, ignorando además el carácter residencial de dicho barrio, y no solo el patrimonial -tan descuidado por la Alcaldía- lo que implica no solo el acceso de los carros de sus residentes, sino el de sus visitantes, taxis, buses de colegios, camionetas de reparto, ambulancias y bomberos; y sobre todo dejando de lado a sus peatones, a los que les toca caminar por las calzadas debido a sus vergonzosos y mínimos andenes, que habría que ampliar y nivelar, y no ‘peatonalizar’ totalmente algunas de sus calles, y por lo contrario seguir el ejemplo de la ‘Calle de la Escopeta’.

Además, el concurso abierto para el anteproyecto del hundimiento se limitaría a su cubierta; a solo lo ‘estético’, sin incluir la reglamentación de los usos del suelo en sus dos costados, ni las alturas, aislamientos, retrocesos y voladizos de las fachadas de sus ahora muy diferentes lados, ni si dicha cubierta debe ser total o parcial, lo que tendría un impacto sobre San Antonio que es prioritario estudiar antes. Una cosa serían los bienvenidos pasos a nivel para carros y peatones por encima de la Cl. 5ª, o una plazoleta entre las Crs. 5ª y 6ª, y otra cosa es cubrir todo el hundimiento a lo largo de varias cuadras generando el mal uso de ese espacio, como ya sucede en no pocas calles del Centro.

En conclusión, el concurso para el ahora llamado ‘Paseo de Jovita al río’, pues al menos ya se convencieron de que sin árboles no puede ser un verdadero bulevar, es en consecuencia claramente apresurado mientras no se resuelva un adecuado paso de la Cl. 5ª desde el sur al norte y oeste de la ciudad. Este paso es fundamental para mejorar la movilidad en Cali a todo su largo, especialmente mientras no se ponga en marcha el nuevo eje urbano regional norte-sur de Cali ya propuesto a lo largo del par vial de las Cls. 25 y 26, con el tren de cercanías al medio por el actual corredor férreo, una autopista urbana a sus lados, y la alameda más larga del mundo, incluyendo generadores eólicos.

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