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Paola Gómez
Paola Gómez | Foto: El País

Opinión

Barbie: ni rosa, ni cliché

Barbie logra hablarle a las jóvenes del común que se identifican con la independencia y el empoderamiento, a las adultas que replantean su posición frente a sí mismas...

6 de agosto de 2023 Por: Paola Gomez

Lo que en apariencia podría resultar un filme sin trascendencia, anclado en las nostalgias de miles de mujeres, resultó una novedosa apuesta para hablar del rol de la mujer y el hombre en la sociedad, quizás con algo de caricatura, pero sin duda con mucho de realidad.

La película de Greta Gerwig es un hit de taquilla; tan solo hasta el jueves 3 de agosto recaudó 337 millones de dólares en todo el mundo y espera ser la más vista del año. Eso, sumado al llamado fenómeno ‘Barbenheimer’, en alusión a la otra cinta del momento: Oppenheimer, y la historia del padre de la bomba atómica, de Christopher Nolan.

Barbie ha sido motivo de decenas de críticas, muchas a favor por su atrapadora puesta en escena de Barbieland y el mundo real, así como por su guion inteligente, lleno de diálogos, sarcasmos y momentos qué recordar. Otras críticas, en cambio, la ven como una película feminista blanca, o reduccionista, poco incluyente o frívola, al poner en centro de un debate serio una muñeca que representa el consumismo y la instrumentalización de la mujer, agobiada por tener la figura perfecta.

Más allá de las polémicas en torno a si es o no feminista, hegemónica o rosa, lo que logra la película Barbie es poner en relieve la génesis de las relaciones humanas, con sus matices y prejuicios, en un mundo en el que cada vez la agenda de género cobra más importancia. Y lo hace en un lenguaje ingenioso y cautivador de masas, que supone, también, más reflexiones y voces hablando de una igualdad que a veces se aborda de manera etérea y lejana, pero que es tan simple y necesaria de entender si así se quiere.

Barbie logra hablarle a las jóvenes del común que se identifican con la independencia y el empoderamiento, a las adultas que replantean su posición frente a sí mismas; a los hombres que se acercan a la cinta sin prevenciones para verse identificados o confrontados. Al final lo que debería entenderse es que no hace falta irse a los extremos de una superioridad de sexos, sino de encontrar el equilibrio para que haya un mundo más respetuoso de ellas y ellos, desafiando el absoluto de un eterno pulso de poderes, una revancha histórica o una invitación a la guerra.

Habría que mencionar, so pena de caer en el spoiler, temas álgidos de la cinta como el perfil de tontos que personalizan los ken; los desplantes de Barbie por considerarlos inferiores; el choque de realidades, al descubrir que en el mundo real no gobiernan las mujeres; las miradas de acoso que recibe ella en la calle; el patriarcado que resulta una revelación para Ken; la mesa directiva de Mattel en la que no hay mujeres, el enojo de la chica al culpar a barbie de las exigencias que el mundo le impone; el despertar de su madre, Gloria, al descubrirse genuina y poderosa.

Justo es Gloria, personificada por América Ferrera, la que nos da un discurso de antología, sobre lo imposible y exigente que resulta ser mujer. “Tienes que ser delgada, pero no demasiado delgada. Tienes que ser una jefe, pero no puedes ser mala. Se supone que te encanta ser madre, pero no hables de tus hijos todo el maldito tiempo. Tienes que ser una mujer de carrera, pero también estar pendiente de otras personas. Debes mantenerte bonita para los hombres, pero no tanto como para tentarlos o amenazar a otras mujeres... eres tan hermosa y tan inteligente, y me mata que no creas que eres lo suficientemente buena”.

No es un cliché, ni una película rosa, Barbie es un manifiesto retador, que sin duda nos pone a reflexionar. @pagope

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