Arquitectura: la palabra

Según el Diccionario de la Lengua Española, DLE, la palabra es una unidad lingüística, dotada generalmente de significado; como la palabra “arquitectura” la que define como el arte de proyectar y construir edificios. Su origen está en el latín architectūra y esta viene del griego antiguo, architéktōn, ‘constructor jefe’, compuesto de archós, ‘jefe’, y téctōn, ‘constructor’. ‘Proyectar’ es idear, trazar un plan y señalar los medios para su ejecución; ‘edificación’ es una construcción estable hecha con materiales resistentes para ser habitada o para otros usos; ‘construir’ es realizar una obra de arquitectura o ingeniería; y ‘arquitecto’ es una persona legalmente autorizada para ejercer la arquitectura.

Los dos únicos sinónimos de la palabra arquitectura son: ‘construcción’ lo que ha llevado al uso equivocado de la palabra ‘arquitectura’ confundiéndola simplemente con la construcción; y el otro es ‘edificación’ que se refiere a la acción y efecto de levantar una edificación, cuya organización se refiere a la disposición de los elementos y espacios dentro de la misma para determinar la circulación, funcionalidad y uso del espacio, lo que lleva a confundir ‘arquitectura’ con ‘organización’, y entonces sea aplicada de manera figurada a la de empresas o similares, buscando establecer o reformar algo para lograr un fin, coordinando las personas y los medios adecuados mediante una “arquitectura” dada.

Esos diversos usos equivocados de la palabra ‘arquitectura’ son los que suelen aparecer en todos los medios de comunicación, usándola para describir cualquier diseño complejo o una organización dada, por ejemplo ‘arquitectura de la información’ o que ‘la arquitectura de este problema es muy difícil’. Además, como ya se dijo en esta columna (Anónimos, 01/04/2004) los medios dan a conocer los autores de las obras de arte, literatura, teatro, danza, ópera, música o cine, pero poco se ocupan de la arquitectura y aún menos de los arquitectos de los edificios cuyas fotografías muestran de vez en cuando por algún motivo, aunque siempre si mencionan a los constructores, pues al fin y al cabo estos si pautan.

Infortunadamente, el tema de la arquitectura, y su importancia para las ciudades, no suele interesar en Colombia, como lo debería ser, considerando que en ellas, a 2025, ya habita cerca de las tres cuartas partes de su población, y que es crucial porque con sus imágenes define su identidad, mejora la calidad de vida y fomenta la sostenibilidad y la funcionalidad. Un buen diseño arquitectónico integra respetuosamente las edificaciones con su entorno, las hace seguras, funcionales, confortables, agradables y emocionantes, resuelve problemas climáticos y de iluminación de manera sostenible, puede transformar áreas deterioradas, y crea espacios urbanos públicos de calidad que promueven la interacción social.

En conclusión, es necesario precisar la definición de la palabra ‘arquitectura’, ya que a su arte hay que agregarle su técnica, y que se trata es de edificaciones diversas (no apenas edificios) además de varios espacios urbanos públicos; y de cuya construcción se suelen ocupar otros profesionales, pues otra cosa es cuando los arquitectos construyen sus propios proyectos. Arquitectura es, entonces, el arte y la técnica de proyectar espacios habitables para los seres humanos -que conforman ciudades casi siempre- considerando responsablemente criterios de seguridad, funcionalidad, estética, conservación, y adecuado uso de los espacios arquitectónicos, como también de los urbanos y paisajísticos.