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Hacienda del Bosque

La antigua Hacienda Santa Rita, icono de las haciendas vallecaucanas del Siglo...

16 de septiembre de 2016 Por: Alberto Silva

La antigua Hacienda Santa Rita, icono de las haciendas vallecaucanas del Siglo XIX, ha sido restaurada por la Fundación Zoológico de Cali y dada al servicio como centro de encuentro gastronómico con el nombre de Hacienda del Bosque, para ofrecer comidas típicas e internacionales a sus visitantes. Se localiza en uno de los antiguos puntos de entrada desde el Pacífico a la ciudad de Cali y conserva el aire arquitectónico de su época.Tres siglos antes de su construcción, los selváticos senderos donde actualmente se encuentra localizada, dieron cordial bienvenida a Sebastián de Belalcázar en su segundo viaje de España a Cali, esta vez por Buenaventura. Seguramente lo deslumbraron las variedades de fauna y flora encontradas a su paso sin soñar siquiera que ellas serían las ventajas comparativas, con las cuales la ciudad ofrece hoy a sus visitantes la oportunidad de avistarlas en una de las regiones más ricas del mundo en biodiversidad.Por la vera de esta añosa casa cruzaron hacia Buenaventura en 1821, las tropas vallecaucanas del general Antonio José de Sucre para internarse en las selvas del Pacífico y llegar al puerto, para ir a libertar los países del sur en una grandiosa gesta poco conocida por el común de la nación colombiana. Este sitio en su apogeo hizo parte de la entrada del progreso y desarrollo modernos al Valle geográfico del río Cauca.Al otro lado del río Cali, en frente de esta casona, también cruzaron entre 1888 y 1910, una decena de buques a vapor desarmados y embalados en cajas de madera, transportados desde Buenaventura en penosas rastras de bueyes y de mulas para ser armados luego en Puerto Simmonds, hoy ‘Paso del Comercio’ y así establecer lo que fue la navegación en el río Cauca. Testigos son los chiminangos y gualandayes, árboles nativos que rebasan los doscientos años de edad y permanecen en su jardín como guardianes de esta heredad caleña. Distinguidos personajes fueron sus propietarios y habitaron la primigenia Hacienda Santa Rita, destacándose entre ellos el general caleño Tomás Rengifo, quien en 1876 fue importante actor en la batalla de Los Chancos, durante una de las tantas guerras civiles en que estuvo comprometida nuestra nación.En un alarde de buen gusto y con el apoyo irrestricto de la alcaldía de Rodrigo Guerrero Velasco, las directivas de la Fundación encabezadas por su presidente Rodrigo Bueno Delgado y su directora María Clara Domínguez Vernaza, aplicaron toda la experiencia adquirida en su exitosa gestión administrativa para montar allí un sitio de excelencias gastronómicas, sociales, turísticas y de negocios, único, que los visitantes disfrutan en un ambiente típicamente vallecaucano.No es fácil encontrar un sitio de esta naturaleza, donde confluyan tres importantes entidades de la ciudad como la Hacienda del Bosque, el Parque Zoológico y el Jardín Botánico que cumplen una labor cultural y científica de primera línea.La preservación del orden ecológico se siente en el mismo momento de entrada a la Hacienda del Bosque, donde los visitantes pueden apreciar un relicto de la selva seca tropical y la reventazón de las aguas sobre los cantos rodados del río, típicos en casi todas las vertientes que aportan (o aportaban) sus aguas al río padre, el Cauca, hasta épocas muy recientes. Durante tres largos siglos el sector fue cruzado por múltiples caminos de herradura por donde transitaron cientos de tras-tatarabuelos, tatarabuelos, bisabuelos y los abuelos, diestros colonizadores del occidente colombiano hasta cuando en el Portachuelo, cercano a las alturas de La Cumbre, sonó el pito de la primera locomotora del Ferrocarril del Pacífico, que anunciaba el cambio de los durísimos senderos por los dé otro medio de transporte nunca antes visto: los rieles del ferrocarril.