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Colombia y Camboya luchan contra las minas antipersonales

Entre 1990 y marzo de 2010, en Colombia un total de 8.329 personas, incluidas heridas y fallecidas, fueron víctimas de este tipo de artefactos.

20 de octubre de 2010 Por: Efe l Elpais.com.co

Entre 1990 y marzo de 2010, en Colombia un total de 8.329 personas, incluidas heridas y fallecidas, fueron víctimas de este tipo de artefactos.

Camboya y Colombia, naciones muy distantes entre sí y con culturas muy diferentes, comparten el sufrimiento que causan las minas antipersonales y unen los esfuerzos para evitar que esa cruel arma continúe diezmando a sus gentes.Quince miembros del Programa Presidencial Para la Acción Integral contra Minas Antipersonales (Paicma) , creado en 2007, participan hasta el 22 de octubre en un curso impartido por el Centro de Acción contra las Minas de Camboya (Cmac) , que les llevó hasta Battambang, una de las provincias más plagadas de artefactos explosivos."Cuando el Cmac descontamina una zona, a la vez educa en el riesgo, asiste a las víctimas, recoge información. En Colombia estas acciones están escindidas en varias organizaciones. En Camboya vemos la importancia de una acción integral, de cómo hacerlo todo a la vez para ser más eficientes" , explica Natalia Pérez, asesora en desarrollo del programa colombiano.Los integrantes del Paicma de Colombia se desplazaron al pueblo de Russei Rao, situado en donde años atrás fue el principal frente combate de la larga guerra librada entre el Jemer Rojo y las fuerzas gubernamentales, y en el que sus habitantes conviven con la amenaza permanente de las minas.Aquí, donde los aldeanos mantienen informado al Cmac sobre nuevos hallazgos de áreas minadas, el grupo camboyano realiza funciones de teatro, enseña canciones y propone dibujos a los niños, los más vulnerables, para ayudarles a reconocer los distintos tipos de minas y la forma de actuar en el caso de encontrar alguna.Es esta interacción lo el Paicma quiere desarrollar en Colombia."No se puede ir a desminar sin contar a la gente lo que pasa. Son estas comunidades las que tienen que convivir con el riesgo" , apunta la asesora en asistencia de víctimas, Soraida Delgado."Hasta ahora en Colombia las minas han sido una cuestión de derechos humanos. De Camboya nos interesa como vinculan la acción al desarrollo comunitario" , añade Camilo Benítez, asesor de cooperación internacional del Paicma.Benítez destaca que ese interés por el modelo que se sigue en Camboya adquiere importancia para Colombia a raíz de la elaboración de una ley de restitución de tierras que prepara el nuevo Gobierno del presidente, Juan Manuel Santos.Colombia encaró el problema de las minas antipersonales en 2002 cuando la guerrilla de las Farc intensificaron su colocación a medida que perdían terreno y con la finalidad de proteger cultivos ilegales como el de la coca, según dice Benítez."En Camboya han desarrollado mecanismos de obtención y gestión de la información muy básicos pero muy efectivos, que involucran a toda la comunidad, y que nos pueden ser muy útiles" , opina el asesor del programa colombiano.Observar en acción a los artificieros de esos equipos formados por camboyanos, también sirvió al personal del Paicma para sacar algunas ideas."En Colombia la desactivación es manual mientras que aquí la combinan de manera muy estudiada con el uso de maquinaria y de perros" , apunta Benítez.No obstante, la delegación del Paicma admite que algunas de las técnicas que se están empleando en Camboya son de difícil aplicación en Colombia donde, a diferencia del país asiático, todavía persiste la violencia."Es muy valioso que sea un miembro de la comunidad quien ayuda a hacer tareas de educación y prevención. Aquí el que alerta a las autoridades está reconocido. Nosotros, en cambio, no podemos tener una red de informadores porque estas personas arriesgarían la vida" , explica Delgado.Pero a pesar de que en Colombia la experiencia es menor y de que el entorno no es el mismo, los miembros del Paicma señalan que su país tiene la ventaja de la "fortaleza institucional" en la que las vÍctimas de las minas tienen derecho a compensaciones, atención médica y psicológica gratuita.Camboya, uno de los países más pobres del Sudeste de Asia, tiene una red sanitaria tan precaria que los cuidados de las víctimas de las minas, corren a cargo de organizaciones internacionales no gubernamentales como la italiana Emergency, que atiende cada año a unas 2.000 personas en su centro de Battambang."Nos gustaría ir más allá con esta colaboración porque también tenemos cosas que aprender de Colombia, como la asistencia a las víctimas" , admite la responsable de comunicaciones del Cmac, Nem Sowathey.Según el Paicma, entre 1990 y marzo de 2010, en Colombia un total de 8.329 personas, incluidas heridas y fallecidas, fueron víctimas de este tipo de artefactos, una cifra que significó el 10 por ciento de las afectadas en todo el mundo.En Camboya, de acuerdo a datos oficiales, 63.727 camboyanos han sido víctimas de las minas desde 1979.

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