:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/semana/2TKBTS463FAZBJHKI6OSI7G6FM.jpg)
PERRO
Se jubiló Choko, el perro estrella de la Policía Antinarcóticos
Después de una carrera llena de logros y reconocimientos, la Institución jubiló a este canino, que ya goza de una nueva vida junto a la familia de su inseparable guía, el intendente Marín.
Después de una carrera llena de logros y condecoraciones, Choko, el perro juguetón y obediente de la Policía Antinarcóticos, se pensionó y ya no prestará más su servicios a la Institución.
A partir de ahora, Choko ya no ejercerá su labor como detector de estupefacientes, sino que va a empezar una nueva vida junto a su guía, el intendente William Marín, policía que lo adoptó hace años y con quien ahora el canino comparte una familia.
“Ya era el momento de su retiro, después de 10 años de servicio en la Policía Nacional él se retira por edad, pero Choko todavía está muy joven de espíritu, yo aún lo considero mi cachorro”, afirmó el intendente Marín.
Puede leer: Así es como el presunto autor de la masacre de Llano Verde evade a las autoridades
Y es que la historia de Choko empezó hace muchos años cuando él era un cachorro travieso de ocho meses que fue regalado a un policía mientras este hacía patrullajes en diferentes zonas del departamento de Antioquia. El uniformado, al ver la hiperactividad del canino, decidió incorporarlo a la Fuerza Pública.
Desde ese momento, Choko se convirtió en un integrante más de la Dirección de Carabineros y Seguridad Rural de la Policía, un grupo que garantiza la convivencia y seguridad ciudadana en diferentes zonas rurales del territorio colombiano.
Como parte del equipo de Policía Rural, el canino apoyaba operativos de control y participaba en los procedimientos de incautación de estupefacientes en aeropuertos, terminales, puestos de control y patrullajes urbanos, con el fin de evitar el transporte y comercialización de narcóticos dentro y fuera del país.
Sin embargo, el trabajo del perro no se limitaba solo a apoyar la lucha contra el narcotráfico, pues Choko es un canino hiperactivo que también alertaba a sus compañeros sobre situaciones de peligro que se presentaban en el ejercicio de sus labores.
Al respecto, la Policía indicó que para educar correctamente a los perros de la Institución, cada canino tiene un guía que se encarga de su cuidado y entrenamiento porque “ellos no son un juguete, son seres vivos y por lo mismo se les deben respetar sus espacios y enseñarles a tener comportamientos adecuados”.
Por lo tanto, cuando Choko se unió a la Policía Nacional recibió un entrenamiento de aproximadamente tres meses en el que le enseñaron, por medio de múltiples juegos, a detectar la presencia de estupefacientes en un lugar o elemento específico.
Con relación a ello, el intendente Marín comentó que el trabajo como detector de narcóticos siempre había sido un juego para Chokito, como lo llama él, ya que durante las jornadas laborales que no eran superiores a las ocho horas, el perro estaba continuamente buscando un juguete.
“Los juguetes son impregnados de la sustancia que posteriormente el perro va a buscar, el juguete adquiere el olor más no las partículas de la droga, entonces los caninos se basan solo en ese olor para buscar un juguete. Ese era su trabajo”, detalló el Intendente.
Por eso, lo que por diez años para este canino fue un juego, para la Policía Nacional representó grandes resultados en la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico. Además, gracias a su trabajo, Choko tiene reconocimientos que ningún otro perro de la Institución ha logrado hasta ahora.
Este labrador retriever, de 40 kilos, que se despidió en Cali de su labor policial, recibió tres medallas al mérito canino por haber participado en innumerables operativos, en los cuales, en compañía del intendente Marín, Choko logró más de 139 capturas.
“Normalmente cuando un canino se destaca le dan una sola medalla en su vida, pero Choko era extraordinario, quedó por tres años consecutivos entre los cinco mejores perros del país”, comentó William Marín.
Choko no fue el único que recibió reconocimientos por su labor policial, sino que, gracias a los numerosos operativos y entrenamientos que el canino y el Intendente realizaron juntos en Cali, Medellín y Manizales, el uniformado recibió cuatro distintivos.
“De cuenta de él yo recibí una medalla de servicios distinguidos clase especial, una medalla remonta y veterinaria mancilla, un escudo escuela de guías y adiestramiento canino y una medalla al mérito del municipio de Itagüí, Antioquia”, dijo el Intendente.
Y es que la relación del perro y su guía, amigo, y ahora amo siempre fue muy leal y protectora. Mientras el intendente se preocupaba por la seguridad y cuidado del canino, Choko protegía a su compañero de las situaciones de peligro que, debido a sus trabajos, eran comunes.
Al respecto, el intendente contó que siempre va a estar agradecido con Choko porque gracias al perro, él está vivo, “un día un habitante de calle, al cual estaba revisando sus pertenencias, me iba a atacar con un cuchillo y Choko me alertó, gracias a él sigo vivo porque el cuchillo era muy grande y me hubiera atravesado el pecho de lado a lado”.
Es por eso que, después de una larga aventura policial al lado de su guía, Choko ahora está esperando que el intendente Marín se pensione para empezar una nueva vida juntos en Medellín.
“Me está esperando porque en diciembre nos vamos a descansar juntos. Decidí quedarme con él porque fue mi compañía por diez años y ya merece pasar su vejez a mi lado con mucho amor”, finalizó el Intendente.
Perros Policía
- Los caninos de la Policía se especializan en una sola labor. Pueden detectar divisas, narcóticos, explosivos o buscar personas.
- Los guías evalúan a los perros para determinar, según las características de cada uno, cuál es la labor que pueden realizar.